Deportes

Platense se aprovecha de la crisis de Olimpia

El León sigue con la ley seca de los ganes en casa y ayer jugó el peor partido del torneo.

20.09.2015

Tegucigalpa, Honduras

Golpeado en el mentón con la fuerza de Hércules, el Blanco perdió hasta la brújula moral y su afición vio, una vez más, cómo se despedía del Estadio Nacional con la cara roja de la vergüenza...

Esta vez el culpable ha sido el humilde Platense porteño, el equipo del Memo Bernárdez que no se complicó la vida en la capital: se puso el traje de maestro de obras, desnudó por completo el temor al Nacional y encaró de tú a tú a un Olimpia repleto de piernas frescas, pero insensatas; línea de cinco en el fondo, varios pesos pesado en la banca (Richard Rodríguez, Allan Lalín, Luis Castro, Maximino Aguilar y Sandro Cárcamo, entre otros) y unos güevos terribles...

El Tiburón entendió que la mejor forma para enojar a Olimpia era quitándole la pelota y, segundo a segundo, fue cicatrizando las heridas de las últimas derrotas en la ciudad, donde no ganaba desde noviembre de 2006. Víctima de una hemorragia de pases sin sentido, el campeón nacional se fue cayendo como en el juego del dominó y ahí apareció David Mendoza, el hermano de Sergio, para sacar a bailar los fantasmas merengues y llenar de calamidad el presente albo.

Pasó porque tenía que pasar...

Ya era la tercera vez que el Tense lastimaba por la banda que, esta vez, defendía Elmer Güity, el juvenil ceibeño que sufría de lo lindo ante la manifestación permanente de los veteranos Edgard álvarez y Odis Borjas. Justamente el ex-Motagua, que tan bien conoce este terreno, mandó una granada al área olimpista. Johny Palacios rechazó suave y David Mendoza, quien esta vez fue volante central, remató con derecha para vencer a Noel Valladares.

Parecía un partido jugado a la voluntad de la visita, que acarreaba la ausencia de rebeldía en los cipotes olimpistas y escuchaba un estadio que emitía al medio tiempo su primer dictamen: silbatina generalizada.

Olimpia respondía con alguna muestra tardía de reacción. Tardía y poca. Al minuto 51, a Davirson Castillo lo traicionaba el pique de una pelota en el área selacia y el pito de Raúl Castro no se acobardó: lanzamiento penal que descubrió una ventana para la esperanza de la remontada.

Pero Javier Estupiñán se encargó de cerrarla. Impresentable cobro desde los 11 metros, para que el panameño José de Jesús Calderón, en dos tiempos, contuviera la única forma viviente de respuesta olimpista en el tiempo de complemento; enfermo de malaria, el León miraba pasar los minutos y no se sublevaba, ni siquiera inquietaba a Calderón con el ingreso de Carlos Will Mejía y Bryan Velásquez... y Bayron Méndez (a quien Estupiñán le había quitado la pelota para cobrar el penal que luego falló) retrataba de cuerpo completo la actualidad del campeón con esa expulsión innecesaria y llena de coraje hacia el minuto 83, luego de insultar al juez...

La banda sonora del Nacional no mentía. De la cabecera sur salía el “si no ponen güevos, como quieren que ganemos” y del centro de Populares nacía el “ole, ole, ole” cada vez que la tocaba el Tiburón en los minutos finales. Olimpia terminó metido en una caja de pesadillas y Platense solamente confirmaba que lo de Motagua, España y Vida (todos le ganaron en su cancha) no es una casualidad.

En estos tiempos de vacas flacas, ganarle a Olimpia en su casa es apostar por seguro...

ALINEACIONES

OLIMPIA: Noel Valladares, Kevin Álvarez, Johnny Palacios, Fabio de Souza, Elmer Güity, Germán Mejía, Óscar Salas, Bayron Méndez, Michael Chirinos, Alberth Elis y Roger Rojas.

PLATENSE: José Calderón, Odis Borjas, Luis Gúzman, Edgar Álvarez, Dabison Castillo, Getsel Montes, Jorge Cardona, Rony Flores, David Mendoza, Nixon Duarte, Jhosua Vargas.