Con todos los altibajos de la temporada, este Motagua de Pepe Treviño supo lidiar con las críticas para prolongar sigilosamente su invicto, a tal grado que amenaza con alcanzar al de aquel Ciclón de 1973, que para muchos es el mejor de la historia azul.
Las águilas de ese entonces, entre las campañas 73 y 74, sumaron 33 partidos sin conocer la derrota, una marca a la que ningún otro Motagua se ha acercado.
Zona se puso en contacto con dos de los grandes artífices de ese récord para rememorar sobre ese equipo, y de paso echarle un vistazo a la actual escuadra del azteca, que suma 22 juegos invictos.
Rubén Guifarro, el jefe del mediocampo de ese Mimado, se emociona al remembrar esos años y expresó que “la clave de aquel equipo era la técnica de cada uno de los jugadores, y entonces era un conjunto que daba espectáculo porque siempre iba hacia adelante”.
Un equipo ofensivo
El Chamaco explica que la principal razón por la que duraron tantos partidos inquebrantables es porque casi no le prestaban la pelota al rival, puesto que contaban con muchos jugadores talentosos, que manejaban los hilos del juego.
“Eran futbolistas muy capaces con la pelota, entonces formábamos un equipo que jugaba muy bien”, dijo Guifarro para luego comentar entre risas, sin querer alardear, que físicamente se parecían al actual Barcelona.
Entre tantas emociones que le despierta recordar el glorioso Ciclón, el otrora gran volante hace un majestuoso pase en profundidad, como lo hizo en varios partidos de esa época, y cede el balón al artillero Mario Blandón Artica para que continúe con el histórico relato.
“Nuestra fortaleza es que teníamos una defensa sólida, un mediocampo muy bueno, y habíamos delanteros muy certeros”, mencionó Artica.
El exromperredes argumentó que cada encuentro lo asumían sin pensar en el dilatado invicto, que finalmente les arrebató el Marathón en 1974.
Comparando aquel Motagua con el actual, Artica sostuvo
que “ahora son más atletas que futbolistas, porque antes había más técnica y ofensividad”.
Pero Rubén va más allá al establecer que la diferencia radica en que “nosotros casi nunca potríabamos”, en clara alusión a los malos partidos de ahora.
¿Lejos o cerca del récord?
Y entonces, analizando este Azul que está a 11 encuentros de alcanzar los 33 juegos sin conocer la derrota, surge la interrogante: ¿le alcanzará para superar el récord?
“No, me parece que no. Pienso que Motagua puede ser campeón ahorita, pero no creo que lo logre de forma invicta”, expresó el Chamaco.
Con el vaticinio de un azul de corazón, nada más queda esperar lo que digan Amado Guevara y compañía...
