A las puertas del decisivo partido de mañana en el Olímpico es inevitable que los fantasmas canadienses de eliminatorias pasadas no repercutan en la mente de los hondureños, y es que si hay un rival que le ha propinado más de alguna amargura a la Bicolor, ese es el representativo de la hoja de maple que, con tres triunfos y tres empates, iguala la serie con Honduras.
Sin embargo, más allá de esas simples y parejas estadísticas, lo que destaca en los anuarios es que los canadienses fueron los encargados de desvanecer las aspiraciones mundialistas de Honduras en dos oportunidades: 1985 y 1993.
“Nosotros teníamos un fútbol técnicamente muy superior, pero ellos, con más espíritu de lucha y capacidad física, lograron ganar esos dos partidos y nos eliminaron del Mundial del 86”, dice el entonces técnico de la Bicolor, José de la Paz Herrera, al recordar esos duelos en que los norteamericanos se impusieron 1-0, en Tegucigalpa, y 2-1 en la fría Saint Johns.
Un ambiente inusual
Profundizando en lo que fue ese trascendental segundo juego (que Honduras tenía que ganar para visar su boleto a México), Chelato hace memoria y comenta que “nos llevaron al lugar más inhóspito que hay en Canadá, no entrenamos por lo frío y al final perdimos”.
Al internarse en ese 25 de agosto del 85, comparte: “Cuando termina el primer tiempo yo quería ir al camerino y lo que había allí era un congelador, porque no tenía calefacción el vestidor”. Pero, apartando esas incómodas condiciones, el Maestro reconoce que “ellos tenían una defensa sólida y un buen ataque y aprovecharon dos tiros de esquina para eliminarnos”.
Que no se repita mañana.
Repitieron la receta...
No obstante, para descartar cualquier argumento basado en la casualidad, ese fútbol de trazos largos y pelota aérea volvería a despachar a la H en la eliminatoria rumbo a Estados Unidos 1994. “Enfrentamos un equipo muy sencillo y práctico, bien ordenado y nos complicó, empatándonos 2-2 aquí y ganándonos 3-1 allá en su casa”, comenta Arnold Cruz, uno de los centrales de aquel equipo que dirigía Estanislao Malinowski.
“Nosotros dominamos, pero ellos tenían criterio para ir al ataque, jugaron al contragolpe, pero fueron certeros”, suma César Obando, que vivió esos duelos de 1993.
La H debe hacer su fútbol
Y, pasando de esos agrios momentos, los artífices de esas vivencias anticipan que ese estilo canadiense suele hacerle incomodar a la Bicolor, por lo que mañana el equipo de Luis Suárez deberá hacer uso del balón a ras de pasto para alcanzar el pase a la hexagonal. “Ellos juegan como ingleses malos, tienen su estilo y no se salen de él; entonces Honduras tiene que hacer su fútbol técnico, porque eso les hace mucho daño a los canadienses”, anticipa el Chelato Uclés.
Obando lo complementa: “Tienen bola aérea, pelota larga, buscan abrir hacia las puntas para levantar un centro y rematar de cabeza, es lo más fuerte que tienen ellos”.
Las armas están al descubierto y solo resta que la H imponga su fútbol para vencer a una Canadá que seguramente no se saldrá de su esquema, por lo que el profe Chelato anticipa el camino para alcanzar la clasificación: “Con la actuación que mostró Honduras en Panamá, la idea de juego, esa recuperación de balón que tuvimos y mejorando la definición, creo que ganamos, no me cabe duda”...