Tegucigalpa, Honduras
En su rostro se despliega una sonrisa, en su merecido pastel se deja ver el logo de Olimpia y en las velas se figura el número cien con tres velas que le dan más brillo a sus palabras: “Me siento bendecido de llegar a los cien partidos con Olimpia”. Se dice fácil, pero pocos pueden presumir esta cifra alcanzada por Héctor Vargas en el banquillo del Rey de Copas. “Cada partido tiene una historia y creo que la mayoría de estas historias la podemos escribir con letras grandes porque nos ha ido bien en los 100 partidos”, apunta el Formoseño, para luego meterse a una bonita charla en la confortabilidad de su casa...
¿Profe, se imaginó llegar a cien partidos?
La verdad que no, porque sé que en Olimpia hubo grandes entrenadores que les tocó durar poco, como el caso de Ernesto Luzardo, Gilberto Yearwood o como el mexicano Alejandro Domínguez. Cuando vos analizás a los entrenadores de Olimpia que han estado, a veces un campeonato es mucho y ni hablar cuando llegás a los 100 partidos. Al presidente de Victoria, Carlos Molinero, no le gustó mucho y yo le dije: ‘No será problema porque en seis meses me parece que estoy de vuelta’...
¿Cómo definiría este centenario?
Si le tengo que dar una frase pues sería “plena felicidad”, porque al salir de mi casa y encender el carro para ir a los entrenos no hay un solo día que no piense en lo bendecido, porque realmente estoy trabajando en el mejor club del país y logrando el objetivo que nos hemos trazado desde el primer minuto.
Si el Albo fuera una receta ¿Qué receta nunca le ha faltado a su Olimpia?
El vinagre, porque si vos hacés una ensalada le da un gusto especial y, además, cuando Jesús estaba en la cruz quiso tomar agua y le dieron vinagre. En mi casa, mi mamá decía que cuando les salen mal, echáles vinagre, porque eso elimina todas las malas energías. El ingrediente que no debe faltar en este Olimpia es el vinagre.
¿Qué sintió cuando en su debut la barra le extendió una manta?
Me sorprendió, porque escuché unos comentarios de un exentrenador del equipo que no hablaba muy bien de mí y decía que la Ultra Fiel se acordará de lo que yo había hablado del equipo. Me sorprendió mucho porque creí que el ambiente pudo ser distinto con la Ultra fiel. Ahí tengo guardada la manta.
¿Cuál ha sido el momento más dulce?
Mirá, la final contra Motagua se celebra porque el rival de toda la vida y a Olimpia le ha costado mucho ganarle finales, pero me parece que el momento que más festejé, por la calidad del rival, fue el partido que le ganamos 3-1 a Portland. Por cómo se jugó ese partido me parece que de esa manera es que tendríamos que jugar muchos partidos para que Olimpia tenga éxito a nivel internacional.
¿Cómo ha crecido con Olimpia como DT?
Aquí tengo dos asistentes, a Nerlin y a Juan Carlos Espinoza. En Olimpia he perdido la capacidad de trabajo que tenía en otros lados porque era yo el responsable de todo y aquí tengo que ampliar mucho más la capacidad de decisión. Todas las decisiones pasan por mí.
¿Qué indicación de Nerlin o JC nunca olvidará?
El día que iba a sacar a Salas contra Victoria, porque hizo un primer tiempo desastroso. Juan Carlos nos dijo a Nerlin y a Mí: ‘Cálmense, ya va a arrancar, déjelo unos minutos, si en 10 minutos no arranca, lo saca’. Y de ahí arrancó Salas y no salió más. Si Juan Carlos no me para, quizá Salas no estaría en la Sub 23.
¿Quién de estos jóvenes cree que podrán salir al extranjero?
Edrick Menjívar es uno de los que puede salir, es un arquero que tiene todo: tiene la clase de Noel, la elasticidad que tiene Donis y la altura que no tiene ninguno de los otros dos. Apenas tenga la chance de una selección, va a tener la chance de jugar en el extranjero. También Elis y Quioto, hablando de primer nivel, un nivel europeo.
¿Se mira llegando a los 150 partidos?
Ojalá. No quiero ser hipócrita en decir que no me gustaría, sinceramente sí quisiera, porque es un lugar que me hace sentir cómodo y porque he logrado cosas. He logrado las copas 28 y 29 y nadie más puede quitar nuestro nombre de ahí. Ojalá que cuando llegue 150 los títulos no sean dos, sino que cuatro o cinco copas.
¿En qué parte de la construcción está rumbo al club que Ferrari quiere?
Los cimientos los estamos haciendo recién ahora. Este es un club que tiene que ser campeón, cuando se organice bien, a nivel de Concacaf. Se puede pelar los campeonatos de Champions, pero estamos formando jugadores para hacer una generación ganadora que, con algunos buenos refuerzos, aspiren algún día no muy lejano, quizá en dos años, a estar en una final.
Con este equipo consolidado y con dos refuerzos de peso. ¿A dónde ve a este León en Concacaf?
Me veo peleando en una instancia de decisiva. Con dos buenos refuerzos yo me veo peleando, porque ya lo hemos demostrado, jugamos contra dos buenos equipos de la MLS y terminamos peleando la serie y la clasificación.
¿Qué sueños le faltan cumplir en Olimpia?
Ganar este título (30) es un sueño, creo que mucho más que mi primer campeonato. Nos están pasando cosas que realmente me parece a mí que son mensajes de campeón: la recuperación de Quioto en el momento justo y hemos recuperado juegos que podíamos perder como ante España y Juticalpa. Entonces esos mensajes te dicen que vos tenés la posibilidad de salir campeón. Es uno de los sueños.
Uno de los sueños, ¿Hay más?
Sí. El otro sueño sería pasar más allá de la segunda ronda de Champions y pelearla, y la otra ya se cumplió, que es que 10 jugadores de Olimpia estén convocados para un microciclo y que siete vayan a la Selección es un sueño cumplido.