Evidenciando sus frutos en el más alto nivel del fútbol, la Escuela de Entrenadores ha visto reflejada su preparación académica en el éxito que han venido marcando muchos de sus hijos pródigos en varios equipos de la Liga Nacional.
Desde su fundación en 2001, las cuatro promociones de técnicos profesionales de la Escuela han arrojado a varios estrategas con diversas filosofías de juego, muchos de los cuales ya se han ganado un nombre en el balompié rentado; aunque en la lista figuran varios nombres, por logros y recorrido, sin lugar a dudas que ese ranking está encabezado por los actuales DT de Parrillas One, Carlos Tábora, y Victoria, Carlos Martínez.
El del One, vivo ejemplo
Tábora, quien actualmente ubica a los Parrilleros en el tercer sitio del Clausura, tiene un amplio bagaje que empezó a fundamentar a inicios de los noventa y terminó de construir en 2009 con la conclusión del tercer nivel, que le dio la facultad para agarrar las riendas del sorprendente conjunto teleño.
“La estructuración de los diferentes niveles que ofrece la Escuela es todo un proceso de fundamentación, clases y términos conceptuados de una forma sistemática, que lo lleva a uno a tener en claro la organización de juego en el alto rendimiento y en las edades formativas”, expresa el DT nacional.
Su camino lo inició en la Liga Mayor de San Pedro Sula; luego pulió su camino en clubes de Segunda, como el Independiente Villela, Cruz Azul, Real Sociedad y Sula.
“En la etapa con niños uno aprende a consolidar sus conceptos, a entender los aspectos técnicos, tácticos. El hecho de trabajar en esa etapa te permite conceptualizar tus términos, uno va ganando experiencia y se va sintiendo seguro de lo que transmite”, dice uno de los hijos pródigos de la Escuela.
Sin embargo, más allá de toda esa capacitación que se ofrece en las aulas de clases, queda claro que “para estar hasta donde he llegado, todo se basa en estudio”.
Carlón, toda una carrera...
Justamente, ese mismo proceso ha seguido otro que ya tiene una estampa reconocida en la Liga Nacional como es el entrenador del Jaibo, Carlos Martínez.
Carlón arrancó dirigiendo en ligas menores, ascendió equipos de Segunda a Primera y se ha afianzado como uno de los técnicos más constantes en laLiga Nacional.
“Carlos hizo todo el proceso: desarrolló el primer nivel, trabajó en Liga de Ascenso y ya cuando llegó a la Liga Nacional tenía toda una trayectoria desde la base hasta arriba de la pirámide”, describe el propio director de la Escuela, Armando Hernández, quien habla con evidentes argumentos.
Su capacidad como estratega la demostró en Segunda División, de donde ascendió a equipos como Atlético Olanchano, Hispano y Deportes Savio, el cuadro copaneco donde empezaría a demostrar su grandes dotes para dirigir en la Profesional.
Con el Torito, Carlón dirigió 36 partidos y en el Apertura 08-09 se metería a una histórica clasificación a la liguilla, denegada luego por aspectos administrativos. Su gran gestión le abrió paso en el Vida de La Ceiba y allí ratificaría su éxito con grandes resultados como aquella semifinal del Clasura 2011, cuando estuvo a 30 segundos de pasar a la gran final ante Olimpia. Posteriormente tuvo un paso no tan bueno con Marathón, pero ahora con los Jaibos está ratificando que la Escuela Nacional de Entrenadores sí lanza buenos estrategas al mercado.
Con esa inspiración de dos de sus referentes, la casa de la estrategia continúa creciendo en la formación de nuevos expertos del tablero y los rompecabezas. Eso sí, Tábora enfatiza en que el éxito de esta carrera radica “en la capacitación permanente”...
