SAN PEDRO SULA, HONDURAS.- Olimpia versión 2020 debutó este domingo como local en el viejo Morazán (¡Mamita, la gente que llevó el Albo a esta ciudad!) y venció 2-1 al toda la vida corajudo
Real de Minas. Mientras tuvo piernas, el dueño del barrio se llamó Olimpia. Cristian Maidana lustró sus botas y al minuto 18 mandó un centro delikatessen para el cabezazo de Jorge Benguché, el Toro que inició el torneo como lo terminó: feliz con la red.
En el aluvión blanco sobresalían Edwin Rodríguez y Michael Chirinos y mientras las turbinas de estos dos pequeñitos andaban encendidas, el León contagió a una grada que repelló de rojo, azul y blanco las gradas de un estadio que explotó al minuto 25 con el 2 a 0: Edwin Rodríguez fue más vivo que todos y habilitó al Toro, hambriento, con ganas de mojar. Jorge Benguché encaró a Gerson Argueta y definió con derecha.
A Chirinos el poste le negó una vaselina y a Benguché el vertical le robó el hat-trick. Eran los mejores momentos del campeonísimo, que en el complemento vio cómo la llama sagrada se le fue extinguiendo, perdió la pelota y el protagonismo hasta que Real de Minas comenzó a darse cuenta de todo su potencial:
Juan Ramón Mejía vacunó a Edrick Menjívar al 55 y en el tiempo B solo hubo un equipo: el Arcángel, que sin dinero en la bolsa pero con orgullo en el corazón tuvo de rodillas al León.
Eso sí, no le ajustó. García la estrelló en el horizontal y la zozobra fue más psicológica que con acciones claras. Sin oxígeno, Olimpia pudo ganar pero comprobó que de seguir perdonando tendrá más sinsabores en el Clausura.
El vigente campeón no jugará en el estadio Nacional de Tegucigalpa debido a que permanecerá cerrado durante enero, debido a las fisuras que presentaba un sector del recinto deportivo.
