Un minuto para pensar en su próxima jugada, mover un peón o aniquilar con un alfil son sus opciones para evitar que el “jaque al rey” sea anunciado.
El alfil se movió y aniquiló a la torre que amenazaba con crear un “jaque mate” e impedir que el juego entre Leonardo Lozano y su instructora de ajedrez Ilka Salgado terminara.
“No tengo miedo, si pierdo puedo jugar otra vez y a veces puedo ganar”, comentó entre risas Leonardo, un estudiante del quinto año de la escuela Esteban Mendoza, de la colonia Kennedy.
Su agilidad para el juego es notable pese a que solo tiene 9 años de edad, logró ganar en una oportunidad a su instructora que corrigió algunas de sus movidas para perfeccionar su juego.
“Mi mamá me enseñó cuando tenía cinco años, pero en mi casa no tengo ajedrez y ahora que lo tengo aquí me pongo a jugar con mis compañeros”, relató el menor.
Piensa, piensa piensa
En la mesa de al lado dos pequeños también disputan una complicada partida de ajedrez, uno -con la mano sobre su cabeza- analiza su próxima jugada mientras su contrincante se afama de ser un buen jugador.
Ellos son Fabián y Carlos, de 9 y 10 años, respectivamente; sin embargo, su corta edad tampoco les impide disfrutar de este juego.
“Me gusta este juego porque pone a funcionar nuestra mente y uno tiene que pensar para poder jugar, tienen que verificar bien adonde va a moverse y cómo”, manifestó Fabián, como si ya fuese un experto.
Sin embargo, para su contrincante Carlos no solo se trata de pensar sino también de conocer estrategias.
“Si él mueve el caballo, yo muevo mi alfil y con eso puedo ganarle y hacer un jaque mate”, señaló el pequeño que desde hace un año inició su aprendizaje.
Es en este mismo panorama en el que una vez por semana los pequeños estudiantes de esta escuela pueden reunirse a jugar para permitir que su mente se desarrolle.
“Científicamente está comprobado que este deporte desarrolla el cerebro y que lo puede jugar cualquier persona, no solo las personas superinteligentes”, manifestó Ilka Salgado, instructora de ajedrez de la Secretaría de Cultura.
Desde hace un año la Secretaría de Cultura, Artes y Deportes inició el proyecto de masificar el ajedrez como el deporte ciencia de los estudiantes en escuelas públicas.
Este proyecto incluye la entrega de tablas de ajedrez a las escuelas así como la prestación de servicios de los capacitadores.
“Nosotros como instructores recibimos capacitaciones por parte de la Federación de Ajedrez, ellos nos han instruido en la forma didáctica de cómo inducir a los niños para que ellos se interesen”, informó.
“Incentivamos a los niños primero con la invitación a jugar y a medida el juego avanza podemos ir corrigiendo el juego de ellos hasta lograr un aprendizaje completo”, explicó Salgado.
Solo en Tegucigalpa hay más de 10 escuelas que ya fueron equipadas con juegos de ajedrez en donde se seleccionará a los mejores jugadores para que puedan participar en las olimpiadas.
La meta es que este programa pueda ser ampliado a nivel nacional y que se instale en las escuelas públicas con mayor necesidad que carecen de oportunidades de desarrollo para los menores.
