A sus dieciocho años de edad, Muhammad Miah, nunca ha podido comer.
Mientras muchas personas en el mundo están tratando de ingerir menos comida por sus excesos alimenticios, Muhammad ni siquiera puede beber agua del grifo.
'El agua debe ser agua hervida o embotellada, de lo contrario mi estómago no la aprueba. Mi estómago es muy sensible', dice.
El joven sufre de una condición intestinal grave por lo que ha tenido que depender de la nutrición artificial por vía intravenosa desde que nació.
Durante el día, Muhammad toma un líquido que contiene proteínas, carbohidratos, grasas, agua, minerales y vitaminas. Por la noche, una máquina especial bombea nutrientes directamente a su estómago a través de un tubo especial.
La enfermedad es llamada 'pseudo-obstrucción intestinal' y es causada por una insuficiencia nerviosa del músculo en el intestino.
El intestino pierde toda capacidad de trasladar los alimentos a través del tracto digestivo y afecta sólo a unos 12 a 15 niños en Gran Bretaña, según indican informes médicos.
Esto no desanima a Muhammad quien ve lo positivo de su enfermedad: 'A veces creo que estoy más saludable que otros. Cuando uno piensa en todo tipo de basura que la gente está comiendo... Al menos yo no estoy gordo'.
El especialista en pediatría y problemas intestinales Nikhil Tharp, del Instituto de Salud Infantil del University College de Londres, dice que no hay urgencia en la medicina actual para entender mejor el funcionamiento del estómago.
'Sólo podemos controlar los síntomas en el momento. El único tratamiento es poder permitir que los pacientes como Muhammad sobrevivan. No vamos a ofrecer una cura pronto', dijo el doctor a la BBC.
Agregó que 'estos niños son muy valientes, sin embargo, viven con una mala calidad de vida, siempre dentro y fuera del hospital todas las semanas y sufren de estreñimiento crónico'.
