Tegucigalpa, Honduras
El colapso vehicular del anillo periférico empieza motivar a los expertos en urbanismo para diseñar soluciones sostenibles contra la problemática vial.
La última idea deriva del Plan de Desarrollo Municipal con Enfoque en Ordenamiento Territorial, el cual propone la construcción de un segundo anillo periférico en el Distrito Central.
Asimismo, la propuesta va ligada a la habilitación de otras rutas de liberamiento y alivio para descongestionar el tráfico en el municipio.
Sin embargo, más allá de centrarse en la temática de transporte e infraestructura vial, se busca delimitar los límites para la protección del corredor boscoso de la ciudad, según la propuesta de ASP, consultora del plan.
Corredor vial y verde
El actual anillo periférico está compuesto de aproximadamente 27 kilómetros lineales, desde el bulevar 21 de Octubre hasta la conexión a la carretera CA-5, a la altura del Intercambio Milenio.
En un principio el actual corredor se concibió como una arteria externa que rodeara al núcleo urbano del municipio, en la década de 1990.
Sin embargo, la expansión urbana desorganizada y acelerada en la capital se tradujo en el surgimiento de cientos de colonias y residenciales a lo largo del eje vial.
En ese sentido, los expertos consideran que la vía externa se convirtió en una ruta interna desde hace unos años, provocado por el crecimiento demográfico y vehicular.
A diario, miles de automotores quedan atrapados en infernales embotellamientos en las horas picos.
Por lo tanto, los diseñadores del Plan de Desarrollo Municipal proponen la habilitación de un anillo periférico exterior y rutas de liberamiento.
No obstante, el informe recoge principalmente la propuesta del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) sobre frenar la expansión urbana en los alrededores de las cuencas hidrográficas.
El Distrito Central es abastecido por el agua que corre por las cuencas de La Tigra, Tatumbla, Sabacuante, Río Grande (Concepción), Guacerique y Río del Hombre.
En ese sentido, el perfil del proyecto fija una nueva ruta en caminos ya preestablecidos, colindantes con estos puntos, para servir de barrera vial.
La nueva ruta
Según el diseño preliminar al que EL HERALDO tuvo acceso, la nueva arteria inicia en el desvío a Tatumbla y cruza el camino que finaliza en la aldea Santa Rosa, en la salida al sur, protegiendo las cuencas de Tatumbla y Sabacuante.
La dirección continúa por el camino de Yaguacire para desembocar a la altura de la aldea las Casitas (cuenca de Río Grande) y conectarse en el anillo periférico actual.
Después de recorrer un pequeño tramo, la ruta coge el desvío por la Nueva Aldea, cerca de la represa Los Laureles, y sale por la Cuesta No. 2, en la salida al norte, por lo que bordea la cuenca del río Guacerique.
De la salida al norte, el trayecto continúa por la arteria hacia la colonia Cerro Grande, en la salida a Olancho.
Después de unos pocos metros por esta carretera, el diseño propone desviarse por la aldea El Carpintero, cruzar El Hatillo y salir en la calle hacia Valle de Ángeles.
El último tramo corresponde a una ruta alterna en las cercanías a Santa Lucía que desemboca próximo al valle del Zamorano y Tatumbla.
En una proyección realizada a través del programa Free Map Tools se establece que toda esta ruta podría tener una distancia entre 60 a 70 kilómetros lineales.
Paralelo a esta iniciativa también se propone la ampliación de las carreteras a Olancho, Danlí y el sur.
Asimismo, se sugiere habilitar como ruta de emergencia la conexión entre las carretera al norte y a Olancho, que equivalen a 5.7 kilómetros desde la posta policial de El Durazno hasta Río Hondo, por Aguazul.
El paquete de proyectos incluye la habilitación de la antigua salida a Olancho, a través de la aldea El Carpintero con conexión a La Venta.
Otras rutas de emergencias corresponden a la habilitación de la calle del Lolo y la zona de Las Flores, El Pilingüín y Jutiapa (cerca de El Hatillo).
Sin embargo, los consultores de ASP aclararon que para determinar la factibilidad técnica y económica de la propuesta, así como la ruta exacta, se requiere de estudios ambientales, de geología e ingeniería.
Y es que para conectar ciertos puntos se necesita la construcción de puentes vehiculares, ejemplificaron.