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Comayagüela
El sonido de la compresión de los enormes motores de las rastras que pasan por el kilómetro 2 de la carretera al sur del país inquieta a los vecinos de la zona.
Han transcurrido tres días desde que una rastra cargada con 8,000 galones de combustible se estrelló en la zona, causando un voraz incendio que se extendió un kilómetro y redujo a cenizas siete casas y 16 vehículos.
Los escombros de las viviendas, maquinarias de talleres mecánicos y de la misma unidad pesada aún están intactas en el lugar.
Según las autoridades municipales se está a la espera de que una empresa aseguradora haga las evaluaciones de los daños que causó el siniestro.
“Me han ofrecido limpiar acá, pero estamos esperando a futuro qué se da, ya que es la aseguradora la que se tiene que hacer cargo de los daños totales de mis dos casas, carros y todas las cositas que yo tenía, son pérdidas millonarias”, expresó Martín Alvarado, quien apenas logró escapar con su esposa e hijos del infernal fuego.
Inhabitable
Las autoridades de la Comisión Permanentes de Contingencias (Copeco) recomendaron que en seis de las siete viviendas que resultaron quemadas ya no se puede habitar.
Y es que en algunas viviendas se rajaron las paredes, debido al intenso calor del fuego.
“Hay un asunto legal de por medio, tenemos que esperar para ingresar y limpiar la zona, seguimos a la espera”, dijo Julio Quiñónez, subcomisionado de Copeco para el Distrito Central.
Mientras tanto, los afectados continuaban ayer albergados en casas de otros familiares en la aldea Germania.
A finales de esta semana se espera que se entreguen los resultados de las muestras de agua que tomaron de un pozo de la zona, donde se determinará si el vital líquido no fue contaminado por el combustible
