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Pablo Neruda, el poeta, el hombre

El mundo recuerda hoy, a 39 años de su partida, la entrega total con intensidad hacia la vida misma del escritor chileno que plasmó la fragilidad humana y la fortaleza ante el destino en sus libros.

22.09.2012

Cuando se aborda el tema de la poética latinoamericana, la figura de Pablo Neruda se agranda. No en vano se le conoce como el poeta de América. Su obra literaria es y será una permanente voz de protesta y esperanza para los pueblos de América y del mundo, de allí su universalidad.

La poesía de Neruda hilvana historias de estos pueblos, y a la vez plasma su propia existencia enraizada en los rincones de los paisajes hispanoamericanos. Sus escritos muestran las diferentes facetas poéticas donde exaltaba al ser humano, el transcurrir de la vida, experiencias y angustias existenciales, y sobre todo al hombre sencillo que simplemente vivía.

QUIÉN ERA. Ricardo Eliecer Neptalí Reyes Basoalto nació en Parral el 12 de julio de 1904 y murió en Santiago el 23 de septiembre de 1973. Desde 1920 publica bajo el seudónimo de Pablo Neruda (toma su nombre del poeta checo Jan Neruda) como su verdadero nombre, y lo adopta oficialmente hasta 1946. Desde muy joven mostró sus dotes de escritor influenciado especialmente por la obra literaria de Whitman, poesía plagada de una libre expresión de convenciones y formas de lenguaje, pero Neruda le impregnaba su propio aliento con su audacia verbal y originalidad, el poeta decía: “Todo lo que plasmo era para bien o para mal, para unos o para otros, pero siempre teniendo presente la llama del amor”.

En 1923 publica su primera obra reconocida “Crepusculario” donde muestra las formas simbolistas y modernistas. Veamos un párrafo del poema “Castillo maldito” de este libro: Mientras camino, la acera va golpeándome los pies/el fulgor de las estrellas me va rompiendo los ojos./Se me cae un pensamiento como se cae una mies/del carro que tambaleando raya los pardos rastrojos”.

SUS OBRAS. Para Neruda, “Crepusculario” vino a ser un resumen de poemas anteriores que inmediatamente dejaron insatisfecho al autor, lo que provocó que a partir de entonces se empeñara en escribir otro libro, más orgánico y mucho más personal, que publica en 1924 con el título “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”, estos poemas están impregnados de sentimentalismo que destaca a la mujer, la pasión, la tristeza, la añoranza, la ausencia y el recuerdo.

El poeta muestra un cambio de la influencia postmodernista del momento,a una conciencia literaria modernista en donde juega con un lenguaje amoroso y romántico que vino a ser la voz de la juventud del momento, y continúa como referencia literaria hasta nuestros días.

Veamos un párrafo del poema No. 6: “Te recuerdo como eras en el último otoño/Eras la boina gris y el corazón en calma/

En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo/ Y las hojas caían en el agua de tu alma/ Apegada a mis brazos como una enredadera/ las hojas recogían tu voz lenta y en calma/ Hoguera de estupor en que mi sed ardía/ Dulce Jacinto azul torcido sobre mi alma”. Sin duda este poemario está lleno de una libertad métrica de versos alejandrinos y libres que le dan a cada poema un hermoso ritmo complementado con consonancias y asonancias armoniosas. Creemos que esta obra nerudiana se mantendrá en el tiempo; la exaltación del amor y el lenguaje apasionado lo confirman.

Dentro de la etapa inicial en la vida literaria de Neruda que cubre más o menos escritos entre 1923 y 1933, el bardo conoce a grandes figuras literarias de la generación del 27 como Federico García Lorca y Rafael Alberti, e inicia su carrera diplomática, eventos que influirían en su quehacer literario

Empieza entonces su plenitud lírica, publicando en 1935 “Residencia en la tierra” (iniciada en Birmania en 1927), obra que muestra un cambio, se vuelve una poesía hermética y objetiva despojada del sentir personal con una visión pesimista del mundo, en la que Neruda trata de mostrar el caos de la existencia del ser, es una poesía llena de simbolismos con un carácter netamente social. Veamos un párrafo del poema “Solo la muerte”: “Hay cementerios solos,/tumbas llenas de huesos sin sonido./El corazón pasando un túnel/oscuro, oscuro, oscuro,/como un naufragio hacia adentro nos morimos,/como ahogarnos en el corazón,/como irnos cayendo desde la piel al alma/”.

ESTILO LITERARIO. Neruda enmarca su pensamientos en una forma universal, hace suyos los conceptos vanguardistas y existencialistas que predominaron en el pensamiento.

Esta etapa literaria es impactada en gran manera en 1936 por la guerra civil española y por el asesinato de García Lorca en 1937. Este mismo año Neruda publica “España en el corazón” escrito que evidencia una tendencia política y social, una denuncia de las desgracias de la guerra civil española y su simpatía republicana. He aquí un párrafo del poema “La guerra”: “España envuelta en sueño/despertando como una cabellera con espigas/ te vi nacer, tal vez entre las breñas/y las tinieblas, labradoras,/ levantarte entre las espinas y los montes/ y recorrer el aire con las venas abiertas/ pero te vi atacada en las esquinas/ por los antiguos bandoleros”.
SU VIDA PRIVADA. El dolor de la guerra y la pérdida de su amigo harán que Neruda tome partido, y su
tarea será poner su poesía en pie de combate provocando un conflicto diplomático, ya que el poeta en ese momento era el cónsul general de Chile en España. Neruda decide regresar a su país, y posteriormente es nombrado cónsul para la emigración española en París. En 1940 regresa a Chile, y lo designan cónsul general en México hasta 1943.

De regreso en Chile participa activamente de la política nacional y además recibe en 1945 el Premio Nacional de Literatura, al año siguiente es declarado legalmente que su nombre sea Pablo Neruda.

En 1949 se refugia en el extranjero debido a su militancia política (Partido Comunista) que es declarada ilegal en Chile. En este mismo año publica su famoso “Canto general”, donde llega a la total posesión del objetivo bajo la forma de un ideal. Este extenso poema se divide en quince partes donde describe la formación de América, exaltando su belleza y la destrucción por parte de los conquistadores; también destaca a los libertadores dictadores, poetas, literatos, diplomáticos, exploradores o compañías anónimas. Sobresale el “Canto general de Chile” donde evoca a la patria, amigos y luchas.

Finalmente se pronuncia a favor de las luchas, su destierro y testamentos. Partiendo de este canto, el estilo de Neruda parece tomar otro destino más comprometido, refiriéndose a lo sencillo pero en un tono épico y testimonial. Este es un párrafo del poema “Alturas Macchu Picchu”: “Alguien que me esperó entre los violines/encontró un mundo como una torre enterrada, / Hundí la mano turbulenta y dulce/en lo más genital de lo terrestre/ Macchu Picchu, ¿pusiste piedra en la piedra,/ y en la base harapo?/¿ Carbón sobre carbón, y en el fondo, la lágrima?/¿Fuego en el oro, y en él, temblando, el rojo goterón de la sangre?”.
Durante su exilio residió en Francia, México e Italia, en 1952 regresó a su país; en 1953 recibió el Premio Stalin de la Paz.

En 1954 publicó “Odas elementales”, que vino a ser la culminación de “Canto general” de 1950. Neruda escribe estos poemas como inicio de su última etapa de su evolución poética, cuando ya ha alcanzado la madurez literaria, pretendiendo hacer un nuevo poema extenso, como ya había hecho con “Canto general”, de manera que constituyera una visión totalitaria del mundo, una interpretación del mismo, partiendo de las cosas sencillas e intranscendentes, revalorizando lo simple, lo cotidiano con una heterogeneidad de temas que no se limitan a los clásicos de la poesía.

POESÍA EN EL EXILIO. He aquí un párrafo de “Oda al pan”: “Pan/ con harina, /agua/ y fuego/ te levantas./Espeso y leve,/recostado y redondo, repites/el vientre/de la madre,/equinoccial/germinación/ terrestre./Pan,/que fácil/y que profundo eres:/en la bandeja blanca/de la panadería/se alargan tus hileras/como utensilios, platos/o papeles,/y de pronto/la ola/de la vida,/la conjunción del germen/y del fuego”. Este poemario plagado de sencillez y efectividad, pero con la magia poética, parece recobrar vida, esa vida que Neruda valora.

Posteriormente publica “Nuevas odas elementales” (1955), obra sencilla, directa y divertida, enfoca en las cosas de la vida diaria y en el amor, y parece reflejar su propio amor y ternura. En ella se destacan “Oda a los calcetines”, “Oda al hígado”, “Oda al ojo”, “Oda al sol”. y “Tercer libro de odas” (1957) marca un cambio, dando más importancia a lo personal, a lo humano, lo cotidiano, sin plantear una visión absoluta, prueba de ello son la “Oda a la bicicleta”, al color verde, a la cuchara, a la manzana o al serrucho.

En 1958 el partido comunista es reconocido en Chile, y Neruda participa activamente sin dejar de escribir: “Cien sonetos de amor”, dedicados a su última mujer, Matilde Urrutia, “Navegaciones y regresos” y “Canción de gesta”, son de esa época de militancia política.

En 1959 publica “Estravagario”, libro que no ha sido de los más publicitados, pero que el autor se refiere a él en sus memorias en estos términos: “De todos mis libros, ‘Estravagario’ no es el que canta más, sino el que salta mejor. Sus versos saltarines pasan por alto la distinción, el respeto, la protección mutua, los establecimientos y las obligaciones, para auspiciar el reverente desacato.

Por su irreverencia es mi libro más íntimo. Por su alcance logra trascendencia dentro de mi poesía. A mi modo de gustar es un libro morrocotudo, con ese sabor de sal que tiene la verdad”. Este es un párrafo del poema “Amor”: “Tantos días, hay tantos días/viéndote tan firme y tan cerca, /¿Cómo los pago? ¿Con qué pago?/La primavera sanguinaria/de los bosques se despertó, /salen los zorros de sus cuevas,/las serpientes beben rocío,/y yo voy contigo en las hojas,/entre los pinos y el silencio,/y me pregunto si esta dicha/debo pagarla cómo y cuándo.”

En la década siguiente, “Canción de gesta “(1960), “Piedras de Chile” (1961), “Plenos poderes” (1962), “Memorial de Isla Negra” (1964), “Artes de pájaros” (1966), “Una casa en la arena” (1966), “La Barcarola” (1967) y” Las manos del día” (1968). De 1967 es la obra teatral “Fulgor y muerte de Joaquín Murieta”. Iniciando la década de los 70, en el gobierno de Salvador Allende, es nombrado embajador en Francia, sus últimos volúmenes publicados fueron “Fin del mundo” (1971), “La espada encendida” (1971), “Las piedras del cielo” (1971), en este año, en reconocimiento a su enorme labor literaria, gana el Premio Nobel de Literatura.

Siguen: “Incitación al nixonicidio “y “Alabanza de la revolución chilena” (1973). Entre sus obras póstumas merecen destacarse sus memorias “Confieso que he vivido”, que fueron publicadas en 1974, las que termina condenando el sangriento golpe militar y recordando con dolor la figura de su amigo Salvador Allende. Neruda murió en 1973, poco después del golpe de Estado de Pinochet, durante el cual su casa fue incendiada y su biblioteca destruida.

A través de este pequeño recorrido vemos que Pablo Neruda, “el poeta de la vida”, manifestó una entrega total con intensidad hacia esa vida misma. El hombre y el poeta se conjugaron para descubrir la fragilidad humana y la fortaleza ante el destino.