'No fue ni conservador ni reaccionario sino un pensador progresista que, cobijado bajo el frondoso árbol de la ilustración, concebía los cambios en forma gradual y evolutiva”. Así define a José Cecilio del Valle el intelectual, catedrático universitario y analista político Matías Funes en su libro “Valle, su tiempo y el nuestro”.
Y es que a 192 años de la Independencia Patria, las ideas de Valle siguen vigentes y Funes lo rescata, le hace justicia y lo coloca como lo que es: un latinoamericanista y un pensador de ideas avanzadas.
Al sabio no solo se le debe recordar por ser el redactor del Acta de Independencia. Era un héroe pensante, un intelectual como pocos que dedicó buena parte de su vida a luchar porque el pueblo tuviese acceso a la educación.
Nació el 22 de noviembre de 1777 en la ciudad de Choluteca. Fue enviado por sus padres a Guatemala desde los 12 años de edad en busca de los estudios que Honduras no podía ofrecerle. Hijo de criollos terratenientes, estudió Derecho en la Universidad de San Carlos de Borromeo, pero eso no fue suficiente. Se ilustró en áreas como la economía política, sociología y ciencias naturales de forma autodidacta.
En su libro Funes retrata a un Valle que consideraba que la vía que el ser humano puede tomar para ser menos imperfecto es la educación y que el origen de todos los males de la sociedad es la ignorancia, la cual podía ser atacada solo con la educación.
“No temeré nunca su ilustración, porque la ilustración hace conocer la justicia. Temeré su ignorancia, porque la ignorancia es la que precipita horrores... Toda nación ignorante es una nación envilecida, tarde o temprano subyugada”, estas eran sus ideas del héroe, que plasma Matías Funes en “Valle, su tiempo y el nuestro”.
Por su parte, el escritor Julio Escoto lo llamó “político hartamente pragmático”.
¿Por qué esta definición? Según el escritor, porque Valle quería crear escuelas para hacer la revolución, educar primero en la formación política para que luego la gente ejerciera en forma correcta la política.
En un artículo publicado por EL HERALDO, el historiador Mario Argueta considera que Valle debería de ser ejemplo para la juventud y los políticos, porque era un hombre de ideas firmes, con dignidad, entereza y patriotismo.
El pensamiento de Valle sobre la educación estaba influenciado por Rousseau, por eso su afán de buscar la educación de los niños desde el nacimiento.
Su legado, que hoy se encuentra en la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala, quedó plasmado en una serie de artículos, discursos y proyectos en los que identificaba los males que sumían a la nación en el atraso y proponía soluciones para salir de esa situación.
La mayoría de los historiadores que han investigado su vida y obra lo describen como un hombre optimista que creía en el potencial de Centroamérica, pero era necesario invertir en educación e infraestructura, involucrando a todos los habitantes de la región en el proyecto de nación que tenía en mente.
VIDA POLÍTICA
Trascendió a la vida política en 1821 cuando fue electo Alcalde de Guatemala, y ese mismo año fue elegido miembro de la Diputación Provincial.
Más tarde, en 1823, fue diputado al Congreso de México y representante de la Asamblea Nacional Constituyente.
En 1824 compitió en las elecciones presidenciales, que ganó Manuel José Arce gracias al fraude. Y en 1830 buscó de nuevo la Presidencia, que ganó Francisco Morazán.
En 1833 se enfrentó de nuevo a Morazán, que buscaba la reelección y esta vez Valle ganó, pero desgraciadamente murió antes de tomar posesión, ni siquiera supo que había sido electo presidente.
Su muerte prematura el 2 de marzo de 1834 ocurrió en un momento en que Centroamérica aún esperaba mucho del Sabio, que para algunos historiadores hubiese sido un presidente justo y para otros tarde o temprano terminaría renunciando, ya que ser un hombre justo y de consenso era difícil en el convulso momento histórico que le tocó vivir y tarde o temprano Morazán tendría que ocupar su lugar.
Y es que como resumió Julio Escoto en un artículo publicado por EL HERALDO, “el istmo, quizás, no estaba listo o preparado todavía para la ciencia; las conquistas tenían que hacerse todavía a punta de sable y allí es donde aparece en su mejor lucidez Morazán”.
Pero las ideas de Valle, adelantadas y revolucionarias para su tiempo, encaminadas hacia un cambio evolutivo en Centroamérica, siguen vivas en su legado, en el sueño unionista por el que luchó y que hoy, 192 años después de redactar aquella Acta de Independencia que no firmó, no se han podido cumplir.