Propeller Island City Lodge ofrece a sus huéspedes habitaciones ambientadas de forma bastante peculiar.
Y es que más que un hotel, es una verdadera obra de arte. Cada habitación posee una atmósfera única y personal, además de disfrutar del mobiliario creado y construido de forma exclusiva para el hotel por el artista berlinés Lars Stroschen.
El complejo posee una instalación con un sistema por el cual los clientes pueden experimentar los sonidos, la música y las esculturas acústicas, compuestas de manera especial para el cuarto que elijan.
¡Este lugar es tan especial, que las autoridades alemanas han obligado a los dueños del hotel a dar a sus huéspedes un manual de instrucciones para cada cuarto! La habitación Padded Cell recrea a una celda de psiquiátrico, con paredes verdes acolchadas y con baño privado. Upside Down es como vivir la historia de “Alicia en el país de las maravillas”, ¡todo está al revés! Los huéspedes duermen en una cama con las mesas y las sillas colgando por encima de sus cabezas. También cuenta con la habitación Flying Bed, donde, como su nombre lo indica, la cama vuela por encima del suelo.
Una habitación repleta de espejos, una cama hecha con troncos de madera o una cama dentro de una jaula de león, son otras de las opciones que ofrece el hotel.
En total, son 45 habitaciones de las que dispone el hotel y los costos rondan de entre los 70 y los 180 euros, según la habitación elegida para pasar la noche.