Los Museos Vaticanos son las galerías y estancias de valor artístico propiedad de la Iglesia Católica y accesibles al público en la Ciudad del Vaticano.
Uno de ellos es el Museo Gregoriano Egipcio, el cual se fundó en 1839. El interés de los papas por las obras de Egipto estaba relacionado al rol atribuido a este país con las Sagradas Escrituras.
El museo ocupa nueve salas divididas por un semicírculo abierto hacia una terraza que cuenta con numerosas esculturas.
En dos de estas salas se incluyen objetos encontrados en la antigua Mesopotamia y en el Levante mediterráneo.
Otro es el Museo Gregoriano Etrusco, un sitio donde la historia no conoce el fin, pues atesora objetos prehistóricos.
Quizás el lugar más famoso es la Capilla Sixtina, que comenzó a construirse en el año 1471 con obras de arte del gran Miguel Ángel. Para conocer cada una de las salas se requiere más de un día. Desde la época de Sixto IV, la capilla ha servido como lugar de diversas actividades papales.
Los museos están ubicados a cinco minutos a pie de la Plaza de San Pedro y tienen una estación de metro específica.
El origen de los museos se configuró a partir de las obras de arte que de manera privada tenía el cardenal Giuliano della Rovere, que fue escogido papa en 1503.
Desde 1929 todos los museos y galerías pontificias dependen del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano. El Vaticano tiene una política que prohíbe vender las obras de arte, entre las cuales se incluyen 460 pinturas de maestros como Giotto, Caravaggio y Rafael.Unos cuatro millones de personas visitan cada año el lugar.
En los días festivos como en Semana Santa se reciben unas 25,000 personas diarias.