“El término de sándwich se da en el caso donde el hijo recibe tanta presión del hermano mayor o de los padres, así como del hermano menor. Esta presión es absorbida por el segundo hijo, como si fuera el único que existe”, explica el psicólogo Héctor Maradiaga. Conoce algunas posibles explicaciones que el experto comparte del por qué sucede este efecto.
PRIMERO: El segundo hijo llega en una época en la que el matrimonio está tratando situaciones difíciles de acomodación y exigencia, la economía del hogar es más alta, ya no son dos y uno; ahora son tres y uno. Con un segundo hijo, hay que tener más espacio y tiempo para atender las demandas, no solo de los hijos, sino que, también la de la pareja.
SEGUNDO: El ambiente familiar cambia con respecto al primer hijo, al que cuidaban y en algunos casos sobrecuidaban con acciones inexpertas de los padres, los que experimenta el primer hijo con cierto significado de privilegio por ser el primero. Mientras que con el segundo, los padres se vuelven más despreocupados.
TERCERO:
Los factores internos del niño, este ya nace con la desventaja de no contar con los privilegios del primogénito, al que puede percibir como más grande y fuerte,
esto le hace sentir impotente.
Consejo para los padres
“Nunca deben los padres decir a ninguno de sus hijos que son mejores o peores en algo, en comparación con sus hermanos. Aprueben a sus hijos por apoyar, enseñar o valorar lo que sus hermanos hacen, esto será de mucha ayuda” agrega la doctora Stacy DeBroff autora del libro
‘The Mom Book’.
El cariño, comprensión y valoración que los padres den a cada uno de sus hijos los convertirá en personas seguras de sí mismas. Ellos son los adultos de la ecuación y, por tanto, los responsables de que las relaciones entre sus hijos fluyan adecuadamente y para ello deben demostrar que a todos los aman con igual intensidad, aunque pudiera ser de diferentes formas.
CLAVES
No todo es negativo para el hijo sándwich,
el estilo de vida de competencia generado por su condición le ayuda a enfocar metas mayores y a esforzarse por alcanzarlas, muestran ser más optimistas. En ocasiones es éste el que saca la cara por la familia, es un hijo ejemplar, dedicado a superarse y a ser mejor persona.
Mucha de la ayuda que puede recibir viene de parte de los padres,
los que tienen que tratarle de manera equitativa con respecto al hermano mayor o menor. El segundo hijo debe tener conciencia que tiene vida propia.
Para que confíen en sus habilidades,
los padres deben buscar la manera de que puedan mejorarlas a través de clases y actividades especiales que les permitirán brillar de manera individual y tener la oportunidad de hacer amigos que tengan sus mismos intereses.