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'El gobierno es responsable de la ceguera del pueblo”

Con una destacada trayectoria en la oftalmología al servicio de los más pobres, la jefa del servicio de oftalmología del Hospital San Felipe y catedrática universitaria ad honórem urge a impulsar el acceso a la atención en esta rama de la salud y la creación del primer banco de ojos en el país.

31.08.2013

Durante 23 años de ejercicio profesional ha luchado por devolverle la vista a miles de hondureños, sobre todo los más pobres.

Su inspiración es ver la sonrisa de un paciente que, después de una cirugía, se da cuenta que ha recuperado la visión y su sueño es crear el primer banco de ojos en el país.

La doctora Doris Alvarado de Jáuregui, miembro titular de la Sociedad Panamericana de Oftalmología, representante de Honduras ante el Comité Panamericano de Prevención de la Ceguera y catedrática ad honórem del Postgrado de Oftalmología en residentado de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, ha asumido un compromiso personal con sus pacientes al frente del Servicio de Oftalmología del Hospital General San Felipe (HGSF).

Galardonada recientemente por la Sociedad Hondureña de Oftalmología en su Noveno Congreso Nacional, Jáuregui afirma que la oftalmología es de vocación y que es un problema de salud al que el gobierno debe prestarle una mayor atención.

¿Cómo descubre su pasión y vocación por la oftalmología? Desde niña siempre deseé estudiar medicina, me gustaba jugar con mi hermana Laura que teníamos un hospital y que todas mis muñecas eran nuestros pacientes. No me imagino estudiando otra cosa que no fuera medicina y sobre todo la especialidad de oftalmología. Culminando mis estudios de medicina, fui al HGSF a la sala de oftalmología, donde descubrí mi pasión y ese anhelo de devolverle la visión a aquellas personas que no la tienen. ¡Así lo soñé y así lo logré! Mi vocación me ha dado tantas satisfacciones. Me inspira trabajar en esta noble labor por el agradecimiento de los pacientes. Ver su sonrisa al quitarles el parche ocular después de una operación y que me puedan decir que pueden ver, eso me llena de satisfacción y es el mejor regalo.

¿Desde cuándo se desempeña como catedrática de la UNAH? Debemos de transmitir nuestros conocimientos a los estudiantes porque ellos son los oftalmólogos del mañana. Cuando yo regresé de mi especialidad de oftalmología en 1991, no existía en el país ese postgrado, por ello en conjunto con la idea de los doctores Marío León Gómez y Edgardo Navarrete apoyamos la creación de esta especialidad, para que fuera una realidad en el país debido a que los médicos que querían ser oftalmólogos tenían que salir al exterior para estudiar. A partir de 1992 se han graduado 25 profesionales, que se han distribuido en diferentes zonas del país. Me siento muy satisfecha de este postgrado, por ello incito a que cada día se gradúen más oftalmólogos y que ellos se puedan subespecializar para que la calidad de los servicios de oftalmología sea mejor en el país.

¿Qué problemas enfrentan los hondureños en el área oftalmológica? Nuestra lucha y preocupación como oftalmólogos es prevenir la ceguera. Los principales problemas son la catarata, el glaucoma, la retinopatía diabética y los errores refractivos.

Los diabéticos tienen que hacerse un examen cada seis meses para detectar a tiempo la retinopatía diabética, una enfermedad que los puede llevar a la ceguera si no se tratan. El tratamiento consiste en rayos láser.

El primer examen oftalmológico se debe de hacer cuando el niño nace, porque hay niños con enfermedades genéticas. El siguiente examen oftalmológico se hace cuando el niño entra a la escuela. Es importante decirles a todas las personas mayores de cuarenta años que se hagan su examen oftalmológico anual.

¿Cuáles son las principales carencias en el servicio de oftalmología en el país? En nuestros hospitales nos hacen faltan muchas cosas, desde medicamentos especiales de oftalmología hasta implementos y material quirúrgico. Al punto de que tomamos la decisión de traernos las muestras médicas de nuestras clínicas para dárselas a los pacientes, como parte de una mística de trabajo que tenemos todos los oftalmólogos del Hospital San Felipe. A la par de las necesidades materiales y equipo, nos hace falta recurso humano, como un subespecialista en retina.

¿Qué papel debe jugar el gobierno en esta situación? El gobierno tiene que prestarnos más atención. Actualmente estamos realizando una encuesta a nivel nacional sobre las causas de ceguera con el Comité Visión 20-20, la Organización Panamericana de la Salud y la Agencia Internacional de Previsión de la Ceguera. Con esto pretendemos conocer las principales causas de ceguera en nuestro país y que el gobierno, una vez teniendo estos datos concretos de prevalencia de ceguera, nos presten más atención ampliando los servicios de oftalmología, abriendo más centros quirúrgicos para poder tratar a las personas y contratando más médicos especialistas en esta área.

¿Por qué es costoso el acceso a atención oftalmológica en el país? No es costoso, simplemente es que no existe a nivel nacional el acceso a este tipo de atención médica, hay muchos lugares que no tienen oftalmólogos. La mayoría de los oftalmólogos estamos concentrados en Tegucigalpa, San Pedro Sula, Comayagua, Siguatepeque, Santa Rosa de Copán y el resto del país. No hay acceso a los servicios de salud, por ello se necesita ampliar las plazas y que se distribuyan los recursos.

¿A qué se debe que las aseguradoras médicas no cubran el servicio oftalmológico en sus pólizas? Es por la poca atención que nos prestan y la verdad es que una persona ciega representa altos costos para el gobierno y para su familia. Muchas personas en Tegucigalpa creen que están ciegas y lo que tienen es una catarata y se esperan hasta último momento, cuando los tumores son muy avanzados para tratarlos. No se le presta la importancia.


¿Qué es la Asociación Luz y Amor y qué tipo de apoyo ofrece a los pacientes del Felipe? La Asociación Luz y Amor nos ayuda muchísimo, ya que ellos nos apoyan con todas las necesidades que tiene el Servicio de Oftalmología en el HGSF. Cubre las deficiencias del gobierno, siendo una organización auto sostenible, ya que el paciente compra los lentes a un bajo precio y sin ninguna ganancia. Luego, paga una pequeña cantidad por el lente intraocular que lleva en su cirugía de catarata. De allí se compran muchos insumos e instrumentales quirúrgicos para cubrir nuestras necesidades. Realmente el paciente paga lo justo para brindar un servicio de calidad. Todas las personas pueden acceder a este beneficio, la consulta cuesta cinco lempiras y el paciente es atendido. Si necesita la cirugía no hay distingo de clases sociales, se cobra a todos por igual (una cuota simbólica). Asimismo, todas las personas que deseen hacer sus lentes a bajo costo lo pueden hacer a través de ellos.

¿Cuáles son sus metas y proyectos a futuro? Mi mayor sueño es ampliar el servicio de oftalmología en el San Felipe, porque en la consulta externa estamos en una sola sala y trabajando en condiciones incómodas. Nosotros somos un hospital de referencia a nivel nacional en oftalmología, atendemos pacientes de todo el país, debido a esto deseo que el servicio que brindamos sea modelo para Centroamérica. Hemos logrado con algunos organismos internacionales llamar la atención, vinieron unos asesores de la Fundación Internacional del Ojo y la Organización Panamericana de la Salud, que nos van a apoyar para convertir el servicio de oftalmología en un modelo para Centroamérica, como un hospital público. Mi otro sueño es crear un banco de ojos, ya que no tenemos ninguno en Centroamérica y los pacientes que necesitan una córnea la obtienen a través de donaciones provenientes de Estados Unidos, que muchas veces no son de la mejor calidad. Para esto es necesario que la población tome conciencia que al fallecer puede donar sus ojos, como una parte del cuerpo que le va dar vida y luz a otra persona. Esto no solo es un sueño, sino que estamos trabajando en ello con el fin de que el Congreso Nacional nos apruebe la ley de donación de trasplantes de córneas.