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'Los motaguas vamos directo al cielo'

Antonio Rivera Callejas se declara un admirador de Roberto Micheletti y de Juan Orlando Hernández y no le molesta que lo llamen 'bebesaurio'.

16.11.2013

Furibundo motagüense en lo deportivo y férreo defensor de la Constitución de la República y de la libertad de expresión en lo político.

Así se caracteriza la vida de Antonio Rivera Callejas, quien lleva dos períodos como diputado en el Congreso Nacional y en la actualidad aspira, en las próximas elecciones del 24 de noviembre, a una tercera oportunidad como congresista.

Es hijo y nieto de dos grandes líderes del Partido Nacional y expresidentes del Poder Legislativo. A pesar de venir de una familia de políticos, él no se considera un “bebesaurio” porque su carrera política la comenzó como activista en los barrios y colonias de la capital hasta llegar a la cima.

Este político, espontáneo, ameno y sincero en la conversación, nació en la colonia El Country pero se crió en la colonia Divanna. En esta entrevista concedida a EL HERALDO nos cuenta sus recuerdos, añoranzas, sus éxitos y aspiraciones.

¿Como motagüense sufre mucho? Se sufre muchísimo, Motagua ha ganado un campeonato de cada diez. Yo siempre he dicho que los motaguas vamos directo al cielo porque sufrimos mucho en la tierra.

¿Y qué le pasa a su equipo? Mire, yo fui mascota del Motagua de los cinco a los diez años, luego, de adolescente seguí siendo mascota, después fui aficionado, fanático, directivo y presidente de la Liga Nacional. Ahora creo que hay bastante problema en el Motagua, problemas, inclusive, tal vez entre directivos, técnicos, jugadores, lastimosamente ya no se suda la camisola azul y por eso no hemos tenido años positivos en el fútbol.

¿Cuántos más va a esperar para ver campeón al Motagua? Jajajaja… espero que no muchos. Motagua no ha ganado un torneo hace varios campeonatos. La generación del 2001 fue extraordinaria. Espero que pronto el equipo vuelva por su sendero, es un equipo que tiene afición.

¿Usted tenía un equipo de fútbol en la colonia El Country? Yo nací en El Country pero me crié en la Divanna. La Divanna fue la primera invasión en Tegucigalpa por eso le llamaban Los Fuertes. Me crié con gente de escasos recursos económicos que todavía son mis amigos, como Marco Antonio Amador (apodado) “El Choreta”; José Daniel García, “Sanidad”; Antonio David Núñez, “la Pulga”; José Roberto Hernández, “El Chele”; a mí me decían “El Ronco”. Formé un equipo que se llamaba Juventud Nacional, lo tuve en la liga burocrática Rafael Hasbun Touché. En ese tiempo yo tenía 15 años y ya era directivo, dueño del equipo; más bien quiero decir, dueño de la pelota.

¿Desde niño se venía preparando para sufrir? Noooo… ese equipo ganaba. Teníamos buenos jugadores, es más, de ahí salieron jugadores para la Liga Nacional como José Mario Almendarez, “El Quivo” y Juan Gómez Ortiz. Yo tenía el equipo en dos ligas, en la burocrática y en la liga federada en tercera división. El fútbol ha sido una de mis pasiones. Yo he dicho que soy deportista no por la política, ni política por el deporte. El equipo desapareció después, pero de él tengo bellísimos recuerdos.

¿Cómo vivió su niñez? Desde niño tuve la oportunidad de ver las dos realidades de mi país. Una de ellas, al haberme creado en la Divanna vi la diferencia de la gente que no tenía recursos económicos, que no estrenaba en diciembre, que no iban a la escuela, que los reclutaban; pero también tuve la otra oportunidad, porque yo estudié en la Escuela Americana, entonces ahí tenía amigos como Ricardo Álvarez, Camilo Atala, Pedro Casanova, Elvin Santos, con los cuales disfruté y gocé una infancia, una adolescencia y una juventud extraordinaria. Así pude ver el contraste de las dos realidades de mi país y eso me hizo tener bastante conciencia social.

¿Usted viene de una familia política? Sí, mi padre Mario Enrique Rivera López, y mi abuelo Antonio C. Rivera, ambos fueron expresidentes del Congreso Nacional; mi abuelo en 1936 y mi padre en 1965. Mi papá no quería que yo me involucrara en política pero fue culpa de él, porque crecí en ese ambiente. El era un padre muy dominante, pero al final me apoyó en mi carrera política, me hace una falta increíble, falleció hace cuatro años, el siete de marzo de 2009. Perdí a mi papá y también perdí a mi asesor político.

¿Y de su madre que nos cuenta? Ella se llama Eva Isabel Callejas, gracias a Dios la tengo a mi lado. Una extraordinaria madre, abnegada por sus hijos y una analista política por excelencia.

¿Es cierto que usted era el hijo rebelde de la familia? No, fíjese que no, ese fue Chano, jajajajaja… yo era más disciplinado, inclusive yo era el hijo futbolero, el hijo deportista, el hijo que anda por la Divanna.

¿Y Chano? El era más rebelde y sigue siéndolo. Con él tengo una relación más que de hermanos, solo nos llevamos un año de diferencia, pero somos un complemento. Digo que yo soy el que tengo la popularidad y el carisma, según dicen algunos, y él es el productor, el que está detrás de la cámara. Somos cinco hermanos pero con el tenemos una relación muy estrecha.

¿Cuándo comienza a participar en política? Desde cipote, desde muy joven. Allá por 1980 cuando retornamos a la Asamblea Nacional Constituyente. Yo tenía 17 años e iba a coordinar el transporte de las aldeas. Yo era miembro del comité local, luego fui presidente de la juventud nacionalista y secretario general de la Unión de Juventudes Democráticas de Hispanoamérica, luego estuve en el comité departamental, comité central, candidato a diputado, candidato a regidor, otra vez candidato a diputado. A uno lo critican porque dicen que uno es “bebesaurio”, pero yo escalé todas las posiciones en política, desde abajo, desde activista hasta llegar a ser el fiscal del Comité Central del Partido Nacional y diputado en dos ocasiones.

¿Cómo se siente cuando le dicen que es “bebesaurio”? A mí las críticas no me molestan en lo más mínimo, porque yo sé que no lo soy, sin lugar a dudas que el ser hijo de Mario Rivera me ayudó, pero yo vine de abajo, los “bebesaurios” son aquellos que les dan el puestos de un solo. Yo no, por eso he sido el más votado en varias elecciones.

¿Y cuántos “bebesaurios” hay dentro del Partido Nacional? Jajaja… muy buena pregunta esa. Sin comentarios, sin comentarios, para no echarme en contra algunos compañeros.

¿Cuántos períodos lleva como diputado en el Congreso Nacional? Este es mi segundo período apenas. El primero fue con don Roberto Micheletti Baín, persona a la que admiro muchísimo; este con Juan Orlando Hernández y, si el pueblo me apoyo y con la voluntad de Dios, estaré en el próximo período.

¿Por qué admira a Micheletti? Lo admiro por su valentía, por su convicción de demócrata, porque dice siempre lo que tiene que decir, una persona que cambió el rumbo de Honduras.

¿O sea que usted se emocionaba cuando Micheletti decía: viva Honduras, tres veces? ¡Ah, noooo... me encantaba! Cuando decía ¡Viva Honduras, viva Honduras!, tres veces seguidas, yo sentía ese sentimiento patrio. Yo admiro a Roberto Micheletti, unos dicen que no lo mencione porque voy a perder votos, otros que dicen que no lo mencione porque es golpista, pero yo lo admiro.

¿Y de los gobernantes nacionalistas a quién admira? A Rafael Leonardo Callejas, porque sentó las bases del desarrollo en nuestro país, la inversión de la maquila, la infraestructura vial, fue un gran presidente; y Ricardo Maduro, un hombre serio, responsable, honesto, dejó al país en la mejor condición económica, los dos han sido extraordinarios presidentes de mi país y a Pepe Lobo le tocó administrar una crisis mucho más difícil.

¿Usted cuándo nació? Nací el 17 de enero de 1963. Yo nací el año del verdadero golpe, ese fue el golpe contra Ramón Villeda Morales, ese sí fue golpe.

¿Y el de Micheletti? Ese no fue golpe, esa fue sucesión constitucional. Así que yo soy golpista de nacimiento porque nací en el 63, en el año del golpe contra Villeda Morales, jajajaja...

¿Usted considera que se han registrado amenazas contra la democracia hondureña?

No me cabe la menor duda. En el gobierno de Zelaya se atentó contra la democracia y lo paramos, logramos vencerlo, lo derrotamos en el Congreso, lo derrotamos en las calles y lo derrotamos en el Estado de derecho. Si no pasa lo del 28 de junio hoy estuviésemos en una dictadura.

Por otro lado ¿y esa campaña de los chocoyos quién se la recomendó? Mi hermano, Chano la produjo. Le voy a contar la historia. En el año 2000 yo me lancé para alcalde y tenía en el afiche a mi esposa y a mi persona, entonces un amigo me dijo: Toño, quitá a tu esposa del afiche porque es muy guapa y la gente la mira a ella y no te mira a vos. Entonces comenté eso en un barrio y una persona ahí me dijo: pero usted también tiene lo suyo; ¿qué tengo? le pregunto; los chocoyos, me contestó. Chano vio ese video y de ahí salió el de los chocoyos. Mucha gente lo critica y yo prefiero y lo digo en los barrios que voten por Toño porque ha sido un buen diputado, ha sido coherente.

¿Qué ha hecho usted en el Congreso como para que la gente lo reelija? He defendido vehementemente la Constitución y apoyé la sucesión constitucional el 28 de junio del 2009, he presentado buenos proyectos de ley como que el hondureño en el extranjero pueda cotizar al Instituto Hondureño de Seguridad Social, la ley del lavado de activos, que los locatarios en los mercados puedan ser dueños de sus puestos, que no entrara al país aquel que le decían el anticristo José Luis de Jesús Miranda, y un montón de leyes, pero más que todo he defendido la democracia y el Estado de derecho.

¿Cuando usted vota en la Cámara sigue a la bancada? Voto de acuerdo a mi conciencia, pero el 95 por ciento he votado junto con el partido porque considero que está haciendo lo correcto.

¿Cuándo no estuvo de acuerdo con su bancada? Voté en contra de la reforma del artículo cinco constitucional que permitía el plebiscito y el referéndum, yo estaba de acuerdo con esta figura, pero no que se abriera a todos los sectores. Para mí el plebiscito y el referéndum no debieron haber sido sobre los artículos pétreos. Por otro lado, voté en contra del contrato de Westport, fui el primero en oponerme a la “ley mordaza” que amenazaba la libertad de expresión y también estuve en contra que se le quitara el canal ocho al propietario (Elías Asfura).

¿Y con la destitución de los magistrados de la Sala de lo Constitucional? Yo voté en contra de la destitución de estos magistrados, pero voté a favor de la sustitución del fiscal general, porque había una renuncia. Siempre he votado de acuerdo a mi conciencia, respetando las leyes.

¿Sigue como catedrático en la Universidad? Tuve la fortuna de ser catedrático en la Universidad Nacional Autónoma casi por diez años, cometí el error garrafal de retirarme de la docencia, impartía la clase de teoría general del estado, derecho romano, introducción al estudio del derecho, todas para la Escuela de Periodismo y para Derecho, pero por esos asuntos de la política, el deporte y la familia me salí, hoy me arrepiento, me gustaba la docencia, pero no tengo el tiempo, tengo cinco hijos, entre ellos uno de 26 años y uno de seis.

¿Le falta tiempo para sufrir por su querido Motagua? Si hombre, yo le decía ayer a mi hijo de seis años, mirá hijo mejor hagámonos Olimpia y ya no vamos a sufrir; y él me decía: papi no diga eso. Y es el de seis años que no ha sufrido mucho.