Opinión

¿Y la prohibición de la pólvora?

Aquí cada período legislativo los diputados aprueban una montaña de nuevas leyes o reforman otras, pero de nada sirve porque o no se aplican y siempre hay quien las viola sin que pague nada por ello.

Por ejemplo, se prohibió fumar hasta en los restaurantes y cantinas, pero en estos días uno visita esos lugares y los clientes son una chimenea tirando humo.

Lo más reciente es la prohibición de la Alcaldía capitalina para la venta de petardos, morteros, metralletas, silvadores, volcanes, mariposas, cebollas y otros explosivos, pero ya nadie le para bola, como se pudo ver en Navidad, cuando por todos lados había ventas de productos de pólvora por lo que el estruendo, el ambiente cargado de pólvora y los deshechos en las calles fueron muchos.

Los diputados y los alcaldes deberían ser muy cuidadosos para emitir leyes y disposiciones, ya que cuando lo hagan deben asegurarse de que van a cumplirse, porque de lo contrario -además de que sus disposiciones se convierten en papel mojado- contribuyen a aumentar el clima de impunidad ante la ley.

Más violaciones de la ley habrá entre más gente mire que otros la violan sin que les pase nada.

La verdad es que si la ley se respetara ni siquiera habría que estar aprobando tantas. Es malo que en una sociedad se esté cada vez prohibiendo más y más cosas, porque eso le resta libertad al ser humano; pero es peor que existan prohibiciones y que nadie las respete.

Sería mejor que hubieran poquitas leyes, pero que todas se cumplieran.

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