El nombramiento de un coordinador o ministro general de gabinete por parte del presidente Juan Orlando Hernández, su decisión de crear una nueva estructura de gobierno, impulsa los vientos de cambios propios de una nueva gestión administrativa, pero que si es llevada a buen término bien podría no solo reducir el gasto público sino también tornar más eficiente el accionar del Poder Ejecutivo.
Aunque todavía está pendiente el establecimiento oficial, mediante decreto del Poder Ejecutivo, los planes públicamente conocidos tienen como propósito principal reunir toda la burocracia estatal en siete grandes gabinetes ministeriales organizados por áreas y no de la forma tradicional, lo que eliminaría las dobles funciones que incrementan los gastos y obstaculizan la efectividad.
La nueva administración funcionará con 15 funcionarios con rango de secretarios de Estado, a diferencia del gobierno del expresidente Porfirio Lobo, que integró un equipo de 38 personas con rango ministerial.
Los nuevos ministerios que conjuntarán todo la función ejecutiva serán: Infraestructura y Energía, Inversión y Empleo, Economía y Finanzas, Gobernabilidad y Justicia, Desarrollo Social, Seguridad y Defensa y Relaciones Exteriores. Esto llevará a la fusión o la desaparición de muchos ministerios e instituciones.
“Se plantean fusiones, encontrar entre las diferentes instituciones cuáles tienen puntos en común para poder fusionarlas, y en segundo lugar se plantea la posibilidad de darles una categorización diferente a instituciones que en este momento son secretarías de Estado”, explicó
a EL HERALDO, Alden Rivera, nombrado como ministro de Inversión y Empleo.
Al frente de esta reestructuración del aparato estatal, el nuevo mandatario ha nombrado a Jorge Ramón Hernández Alcerro, quien ha ocupado varios cargos, diputado al Congreso Nacional, Ministro de Gobernación y Justicia, embajador ante Naciones Unidas, representante de Centroamérica en el Banco Interamericano de Desarrollo, juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, magistrado de la Corte de Justicia Centroamérica y embajador en Estados Unidos, y que se ha destacado por su capacidad innovadora.
Esperamos, pues, que con esta nueva estructura, las decisiones del Ejecutivo serán expeditas y no serán asfixiadas por la “maldita burocracia” de la que tanto se quejaba el ahora expresidente Porfirio Lobo.