¿Cómo estará tu día?
Fue hasta
las últimas elecciones del siglo pasado, en el año 1997, las cuales gano el Ing. Carlos Roberto Flores Facussé, que en nuestro país al votar por el candidato presidencial al mismo tiempo
se votaba “en plancha” por los candidatos a diputados al Congreso Nacional, y fue
así como llegaron muchas y muchos al soberano sin ningún mérito propio, trayectoria social y hasta en algunos casos sin militancia política.
Entonces, los diputados llegaban bajo la sombra del candidato presidencial y se beneficiaban de su arrastre y liderazgo. Pero también llegaban comprometidos y “amarrados” con
el titular del Ejecutivo, por consiguiente lo obedecían en el Legislativo. Qué situación más nociva para el espíritu de la democracia y la independencia de poderes.
Afortunadamente, desde las elecciones de 2001 los hondureños tienen opciones en la papeleta para elegir diputados y diputadas votando de forma directa bajo su fotografía, sabiendo previamente ¿quienes son?, ¿de dónde vienen?, ¿qué han hecho por su país? Y mejor aun, ¿qué harían al ser electos?, así como su conducta pública y privada. Ya no hay forma que el elector “peque” de ingenuo y vote “en plancha” sabiendo que tiene múltiples opciones para votar y conformar un Congreso policlasista; es decir, verdaderamente representativo de los diferentes sectores, para elegir
un congreso con los mejores hombres y mujeres, con independencia, criterio propio y de reconocida proyección comunitaria.
Por ejemplo, en la papeleta del Partido Nacional para diputados por Francisco Morazán hay 161 ciudadanos y ciudadanos de entre los cuales se puede votar de forma directa, razonada y consistente con el espíritu de la ley
y la democracia… el voto en plancha debe ser cosa del pasado.
