Aunque en su momento la fuerte oposición hizo desistir al gobierno actual de imponer una “Ley mordaza”, lo cierto es que en la práctica, como ya se hizo antes en la Secretaría de Seguridad en lo relacionado a los informes sobre homicidios, se mantienen en el aparato estatal los intentos de pretender ocultar las deficiencias e irregularidades mediante la negación y hasta la prohibición para que se proporcione información sobre asuntos públicos.
El más reciente ejemplo de esa realidad se da en el Hospital Escuela, donde las actuales autoridades han creado todo un clima de represión y hasta de hostigamiento tanto contra sindicalistas y médicos como contra los propios periodistas a fin de impedir que la ciudadanía esté plenamente informada sobre lo que allí acontece.
La situación ha llegado al extremo que los miembros de la Asociación de Médicos del Hospital Escuela han presentado una denuncia ante el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos por la violación constante a la libertad de expresión. Los sindicalistas también han denunciado que se les niega el derecho de quejarse, reclamar y hacer peticiones.
Dos casos recientes: un supervisor fue llamado a audiencias de descargo por denunciar ante los medios de comunicación que un miembro de la Junta de Dirección del Hospital agredió verbalmente a los guardias que le impidieron ingresar al centro en evidente estado de ebriedad.
La doctora Suyapa Figueroa deberá comparecer hoy también a una audiencia de descargo por haber denunciado en EL HERALDO la designación “de dedo” de plazas de jefaturas en el Hospital Escuela, eludiendo el concurso médico establecido en la ley.
La también secretaria de la Asociación de Médicos del Hospital Escuela es acusada de “hacer uso de la prensa, sin la autorización de la dependencia respectiva, para dar declaraciones relacionadas con los concursos y contrataciones de personal”.
Este comportamiento anacrónico e ilegal de algunos funcionarios públicos, absolutamente contrario a la pregonada transparencia, al derecho del pueblo al total acceso a la información sobre los asuntos públicos, tiene por lo general su base en la irracional idea, propia de gobiernos dictatoriales y corruptos, de que el problema son quienes dan a conocer la realidad, que todo estaría mejor si no trascienden las deficiencias, la corrupción, la ineptitud, la imposición y todos esos males tan comunes a nuestros gobiernos y que son la razón de la crisis en general que hoy vivimos.