Opinión

La extensión del TPS

En medio de una profunda crisis económica y social, con “paquetazos”, con el erario en aprietos, con una delincuencia y una impunidad galopantes, y con amenazas hasta contra la libertad de expresión, al menos desde el exterior nos llega una buena noticia: Estados Unidos prorroga por otros 18 meses el Estatus de Protección Temporal (TPS) para los hondureños.

Además del beneficio directo e inmediato que obtienen más de 60 mil hondureños de poder trabajar legalmente en Estados Unidos, al igual que sus familiares en Honduras y la economía nacional, que reciben el apoyo de las remesas enviadas por estos compatriotas, en esta ocasión la extensión del TPS tiene una connotación aún más esperanzadora: la posibilidad de que los beneficiarios de esta prerrogativa sean de los primeros en obtener beneficios de una eventual reforma migratoria que incluya la legalización de los inmigrantes indocumentados que residen en Estados Unidos.

Con el creciente deterioro de la economía hondureña, el desempleo y la pobreza en general, todo esto empeorado por los “paquetazos” ya aprobados y los que se preparan para el futuro inmediato, y la práctica desaparición del “sueño europeo” de los migrantes catrachos, el hecho de que los inscritos en el TPS gocen de otro año y medio de permiso para trabajar legalmente en Estados Unidos y la posibilidad de que legalicen su situación migratoria de forma definitiva se convierten en un verdadero alivio ya que los beneficiarios directos e indirectos se multiplican por centenares de miles de personas.

El TPS, igual que la condonación de la deuda externa a principio de este siglo, más que el resultado del esfuerzo de gobierno alguno en Honduras es un gesto de buena voluntad del gobierno estadounidense, en el primer caso, y de la comunidad internacional, en el segundo. De hecho, Francisco Portillo, de la organización hondureña Francisco Morazán, lamentó que el gobierno hondureño “ni siquiera mandó una carta solicitando esta extensión”.

Falta ahora que los beneficiarios hondureños aprovechen los dos meses que quedan hasta el 3 de junio próximo para reinscribirse en el TPS. Y, por supuesto, agradecer al gobierno estadounidense por este nuevo gesto que representa una gran ayuda para nosotros y una buena nueva en medio de tanta incertidumbre.

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