El debilitamiento del estado de derecho en Honduras provoca que las diarias violaciones a las leyes o la inoperancia de las instituciones públicas no generen ninguna o muy poca reacción por parte de las autoridades del gobierno y la ciudadanía que no encuentra soluciones.
Este es el caso de la denuncia que expertos en materia electoral han efectuado sobre el irregular proceso que el Tribunal Supremo Electoral (TSE) realizó para inscribir tres nuevos partidos.
Los denunciantes señalan que desde el inicio de dicho proceso técnicos del Registro Nacional de las Personas advirtieron al Tribunal que se debían seguir rigurosos procedimientos para recoger las firmas ciudadanas para la inscripción de los partidos.
Se debía efectuar con un papel y formato especial, con tinta especial, con criterios homogéneos para la captura de las huellas digitales; sin embargo, la autoridad electoral no siguió dichas recomendaciones, lo cual provocó que al final se presentaran serias irregularidades que podrían invalidar el reconocimiento legal de los nuevos partidos.
De acuerdo con las denuncias expuestas, los técnicos del Registro realizaron un análisis de los listados de las firmas recogidas por los nuevos partidos y encontraron las graves irregularidades de las que ya le habían advertido al TSE, especialmente lo que tiene que ver con la huella digital ya que una gran cantidad de ellas no coinciden con los nombres a las que supuestamente pertenecen.
Ante esta irregularidad los magistrados del Tribunal han guardado un inquietante silencio, quizás esperando que la denuncia no alcance mayor perfil para dejar las cosas como están, esta es la lamentable costumbre en Honduras, donde las mismas instituciones gubernamentales irrespetan las leyes.
Denunciar esta irregularidad no significa estar contra el derecho de formar nuevos partidos, pero ello no debe implicar abuso de autoridad o burlar las leyes y sus procedimientos, hay que tratar que Honduras no termine de caer en la ley del más fuerte.
