Lo que sí queda demostrado es que, después de la Selección Nacional de Fútbol (porque allí sí están juntitos católicos y protestantes) la Virgen de Suyapa sigue siento un elemento de unidad de los hondureños.
El fin de semana y el lunes pasados se vieron en el Santuario y en la iglesita vieja compatriotas de todas las clases sociales, razas y nivel de educación; de todos los partidos políticos, de todos los equipos de fútbol…
¡Gracias Morenita, por juntar a los hondureños!