La línea que separa la libertad de expresión e incurrir en discriminación es muy delgada.
El primero es un derecho fundamental del ser humano; lo segundo, un acto de distinción o segregación que va contra la igualdad.
El pastor Evelio Reyes ha sido inculpado por el Ministerio Público a raíz de una denuncia interpuesta por miembros de la comunidad lésbico-gay del país.
La referida acción se fundamentó en supuestos actos de discriminación contra personas que tienen distintas preferencias sexuales, en contraposición con las de los heterosexuales.
El líder religioso, en un acto de suplica en un pequeño grupo de su congregación, dijo que al momento de votar no lo hicieren por personas inmorales, incapaces, que no votaran por homosexuales o lesbianas, que corrompen los modelos de Dios (en referencia a preceptos bíblicos).
Esta expresión la hizo en un reducido grupo de oración a las 5:00 am, no a través de medios de difusión masiva; sin embargo, hubo alguien que grabó esta oración y la difundió a través de Youtube.
Las preguntas son: ¿qué generó un posible daño: el que apegado a sus creencias hace a Dios la plegaria en la intimidad de un grupo, o, el que difunde lo que en privado se expresó? ¿Cuál de las dos conductas pudo inducir un perjuicio?
La Iglesia se rige por preceptos bíblicos que contienen concepciones dogmáticas y religiosas imposibles de cambiar, no existe poder humano sobre la tierra que tenga potestad para reformarla o derogarla, los líderes religiosos orientan a su feligresía y fundamentan sus intervenciones religiosas en esos valores espirituales.
Un líder religioso es guía; su manual de conducta está fincado en la Biblia, limitar el derecho a difundir su contenido atenta contra la existencia de la misma Iglesia, lo que implicaría la destrucción de aquello que es antes de cualquier ley humana.
¿Cuántas personas de distintas tendencias sexuales acuden a una congregación religiosa? Infinidad, y no son expulsadas de la iglesia. Si este fuere el caso, evidentemente se practicaría un acto de discriminación.
La homosexualidad, el lesbianismo, la bisexualidad o transexualidad, son preferencias sexuales, no hace mujeres a los hombres, ni hombres a las mujeres que las practican ¿porqué se dan estas preferencias? No lo sé; hay distintas teorías al respecto, internarse en el estudio de los factores que la provocan solo corresponde a los especialistas en el área.
La aprobación de su conducta simplemente es una opinión, que debe ser tan válida y respetada, como la de su reprobación.
El alcoholismo, adulterio, fornicación, corrupción, etc., son conductas que también son juzgadas en la Biblia. ¿Condenan estas prácticas los ministros religiosos?
Si lo hacen constantemente, es su obligación religiosa, no por ello, constituye un acto de discriminación, simplemente propagan lo que La Biblia establece, sin que puedan impedir su transgresión, puesto que como seres humanos, gozamos del libre albedrío, depende de cada quien acatar o no la norma espiritual, bajo nuestro propio riesgo.
Acá es donde la libertad de expresión y la libertad de culto, por un lado, pareciera que se contraponen a las conductas antidiscriminatorias, como en el presente caso.