Opinión

El sur, el desarrollo y la electricidad

El gobierno anuncia fuertes inversiones en la zona sur e incluso diseña un plan modelo de desarrollo. Hasta allí todo bien.

La cuestión es que ese mismo gobierno está obligado a dar respuesta, de inmediato, a un terrible problema que está dañando a la inversión existente –y hasta ahuyentando la del futuro--, y por ende al crecimiento industrial y comercial que ya ha logrado la zona sur: la falta de energía eléctrica.

Resulta que desde hace varios años, en el anterior gobierno, los empresarios de la zona habían advertido que el transformador de energía pronto iba a ser insuficiente para procesar toda la demanda de energía; pero nunca fueron escuchados por parte de las autoridades centrales. Hace unos meses, el mencionado transformador llegó al tope de su capacidad, por lo que, para evitar el colapso total, los técnicos de la ENEE se han visto en la obligación quitar el fluido eléctrico de forma constante, hasta tres veces al día, según se ha denunciado.

Tales cortes de electricidad, además de los problemas y pérdidas que ocasiona a toda la población de la zona, ponen en un serio aprieto a los inversionistas, ya que los obliga a elevar sus costos de producción, en el caso de quienes cuentan con generadores diésel; y a los demás a disminuirla ostensiblemente, y a reponer aparatos y productos dañados.

Si bien en el resto del país también se producen constantes apagones, el caso de la zona sur resulta emblemático, tanto por los anuncios de un esfuerzo gubernamental para aprovechar al máximo su capacidad productiva como por el hecho de que la agudización del problema pudo haberse evitado simplemente comprando un transformador para mayor potencia, o sea que era un problema evitable.

Si ya el simple crecimiento poblacional va aumentando ostensiblemente el consumo de energía, es obvio que un mayor desarrollo industrial y comercial lo multiplica exponencialmente.

En ese sentido, cuando un gobierno tiene auténticos planes para impulsar el desarrollo económico, el primer paso en tierra firme es asegurarse que se contará con la energía suficiente, a precios competitivos, para hacerlos realidad. Y como para producirla se requiere de muchísimo tiempo, todo debe comenzar con la puesta en marcha de proyectos de generación de energía y por supuesto acondicionar todo el sistema de distribución.

Esperemos, pues, que se solucione pronto el problema en la zona sur, pero que también se esté previniendo las necesidades futuras de energía eléctrica.