¿Cómo estará tu día?
Se celebra hoy el Día de las Fuerzas Armadas de Honduras, fecha en la que conmemoran su irrupción en la vida política nacional con el golpe de Estado a Julio Lozano Díaz en 1956, tras un proceso electoral calificado como fraudulento con el que pretendían su continuismo en el poder de la nación.
De esa fecha a la actualidad, las Fuerzas Armadas han constituido parte esencial de la vida institucional del país, con períodos de apertura e identificación con la voluntad popular alternados con otros de carácter represivo.
La fecha es propicia para recordar la historia de la institución, su papel en el juego democrático y social, pero también su razón de ser esencial: “defender la integridad territorial, la soberanía de la República, mantener la paz interna, el imperio de la Constitución, los principios de libre sufragio, la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República”, deberes consignados en nuestra Carta Magna. Adicionalmente, su cooperación institucional con diversos entes estatales, su participación en misiones internacionales de paz con base en tratados internacionales, apoyo logístico de asesoramiento técnico en comunicaciones y transporte, en la lucha contra el narcotráfico, en situaciones de emergencia, desde desastres naturales hasta la seguridad pública, en programas de protección y conservación del ecosistema, combate al terrorismo y al crimen organizado, protección de los poderes del Estado y del Tribunal Supremo Electoral, a pedimento de estos.
Sin duda que su trayectoria ha ido evolucionando con el paso del tiempo, lo que les obliga hoy a no repetir los errores cometidos y a actuar de acuerdo a su deber constitucional, de ser una institución “apolítica, obedientes y no deliberante”, rechazando cualquier pretensión, individual o partidaria, de ser manipuladas por intereses contrarios.
De esa fecha a la actualidad, las Fuerzas Armadas han constituido parte esencial de la vida institucional del país, con períodos de apertura e identificación con la voluntad popular alternados con otros de carácter represivo.
La fecha es propicia para recordar la historia de la institución, su papel en el juego democrático y social, pero también su razón de ser esencial: “defender la integridad territorial, la soberanía de la República, mantener la paz interna, el imperio de la Constitución, los principios de libre sufragio, la alternabilidad en el ejercicio de la Presidencia de la República”, deberes consignados en nuestra Carta Magna. Adicionalmente, su cooperación institucional con diversos entes estatales, su participación en misiones internacionales de paz con base en tratados internacionales, apoyo logístico de asesoramiento técnico en comunicaciones y transporte, en la lucha contra el narcotráfico, en situaciones de emergencia, desde desastres naturales hasta la seguridad pública, en programas de protección y conservación del ecosistema, combate al terrorismo y al crimen organizado, protección de los poderes del Estado y del Tribunal Supremo Electoral, a pedimento de estos.
Sin duda que su trayectoria ha ido evolucionando con el paso del tiempo, lo que les obliga hoy a no repetir los errores cometidos y a actuar de acuerdo a su deber constitucional, de ser una institución “apolítica, obedientes y no deliberante”, rechazando cualquier pretensión, individual o partidaria, de ser manipuladas por intereses contrarios.