Editorial

Dos nuevas secretarías de Estado

a administración de Juan Orlando Hernández elevó a la categoría de secretarías de Estado a la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco) y al Instituto de Desarrollo Comunitario, Agua y Saneamiento (Idecoas).

Es una decisión que sorprende porque contradice la política de reducción del aparato estatal con la que abrió su primer período gubernamental el presidente Juan
Orlando Hernández.

Vale recordar que fue precisamente en el primer día de su administración, el 25 de enero de 2014, que Hernández anunció la reducción del aparato estatal de 39 ministerios, que para entonces existían, a 19.

Entonces dijo que el nuevo modelo administrativo contemplaba un coordinador general de gobierno, más siete secretarios coordinadores de sector, en un afán por “adelgazar” la administración del Estado y volverla más eficiente y transparente.

Como resultado de esa política, se anunció el año pasado que el gobierno registró entre 2014 y 2018 una reducción de 13,170 empleos en la administración pública.

Y si bien en los decretos de creación de las dos nuevas secretarías, publicados el 15 de agosto pasado, no se establece el impacto económico que tendrá tal decisión en el Presupuesto General de la República, no está de más señalar que es necesario que se aseguren los mecanismos de transparencia en el manejo de las nuevas estructuras, y que esta decisión no sea la puerta para volver a “engordar” una administración que ha sido históricamente manejada por los líderes políticos que ven, y tienen, en ella la principal fuente de empleo para sus activistas y partidarios.

Vale la pena recordar que el país se encamina a una depresión económica que demanda de decisiones firmes encaminadas a un mejor manejo del gasto público, una apuesta por la transparencia y la lucha frontal contra la corrupción, entre otros pasos firmes que garanticen el buen uso de los dineros públicos.