Editorial

Conciencia ambiental

rente a la grave situación ambiental que actualmente se vive en Honduras es urgente que hagamos un alto para analizar nuestro rol como ciudadanos frente a los problemas ambientales y hacer conciencia sobre la importancia, la protección y la preservación de los recursos naturales.

La reflexión debería centrarse en el qué hacemos, qué dejamos de hacer y qué debemos hacer para mejorar nuestros hábitats, porque no se puede ni se debe seguir siendo indiferentes frente a la destrucción que causan -por ejemplo- los incendios forestales, la tala inmisericorde de los bosques, la intoxicación con químicos de las aguas de los ríos, la destrucción de los arrecifes y los bosques de mangle, entre otros males que afectan al país.

Las imágenes del río Choluteca hace cinco meses atrás desbordándose y causando inundaciones a su paso y hoy sin una gota de agua; de los incendios forestales consumiendo las reservas forestales de El Hatillo y La Tigra; de las playas de Omoa llenas de basura, solo son un llamado de alerta de que debemos hacer algo, y pronto, de que es tiempo de actuar, no de lamentarse.

Son muchas las cosas que pueden hacerse a nivel individual, familiar o social para ayudar a revertir la crítica situación que se vive, principalmente por la falta de agua en ciudades como Tegucigalpa y Choluteca.

Hay que identificar hábitos y costumbres que por inofensivos que parezcan podrían estar causando grave daño al medio ambiente. No tirar más basura en la calle o en las cuencas de los ríos, usar menos el plástico, ahorrar energía, ahorrar agua (cerrar el grifo al cepillarse los dientes), son acciones que tienen un fuerte impacto en la conservación de los recursos naturales.

Es importante aprender a reducir, reutilizar y reciclar, como se enseña en el programa Escuelas Amigables con el Ambiente de diario EL HERALDO, a hacer un uso adecuado de los desechos sólidos.

La educación ambiental debe ser prioritaria en el cambio de actitud frente a los problemas ambientales.

La responsabilidad de heredar un planeta sano y fuerte a las nuevas generaciones está en nuestras manos.