Editorial

Alerta ante incremento de suicidios

Las cifras alarman.

En el último quinquenio, el número de personas que se suicidaron en Honduras se incrementó en un 5%, y algo terrible es que es una práctica a la que están acudiendo con mayor frecuencia los jóvenes de entre 10 y 15 años.

Según los registros de las autoridades, solo en los primeros nueve días de enero de 2020, 15 personas se quitaron la vida. Una cifra, de verdad, “bastante alta”, dicen los especialistas.

La Organización Mundial de la Salud estima que al menos un millón de personas en el mundo mueren por suicidio cada año y lo califica como un problema relevante de salud pública.

“El suicidio es una cuestión de salud pública, por lo que se debe priorizar la prevención del suicidio en la agenda de salud pública, en las políticas públicas y concientizar acerca del suicidio como una cuestión de salud pública”, resaltan en un informe.

Las cifras en Honduras son un llamado a analizar con detenimiento esta problemática y a tomar acciones inmediatas para frenar la alta incidencia de este tipo de casos.

Este es un problema de salud pública que obliga al Estado a replantearse sus políticas públicas, incluyendo la revisión de los presupuestos y de los programas de prevención, muchos de los cuales han sido cerrados con el paso del tiempo.

Complementariamente se tiene que trabajar en la reducción de otras causas que llevan muchas veces a estas condiciones suicidas, como las distintas formas de violencia de que son objeto los niños, los jóvenes, las mujeres y los adultos mayores en diferentes entornos, así como a generar canales de apoyo que permitan a las personas enfrentar sus problemas económicos, que son al final uno de los principales detonantes de este tipo de conductas.

Son muchas las cosas que se tienen que hacer para evitar la pérdida de una vida más por esta causa y la prevención debe ser un imperativo de toda la sociedad, porque como lo señalan desde la OMS/OPS: una sola vida perdida por suicidio ya es demasiado.