Quienes beben alcohol con frecuencia deberían considerar dos días de abstinencia por semana, esto es, sin ingesta alguna de licores, según acaba de proponer en Londres un comité especial dedicado a ciencia y tecnología, el que se queja, además, de que los criterios actuales relacionados con este tema dan más bien la sensación de permisividad e indulgencia, y que deben ser actualizados.
En efecto, señalan, la sugerencia en moda de que beber una regular cantidad de alcohol a diario es saludable se presta a confusión y puede conducir a que las gentes crean que tomar un par de jarras de cerveza o similar cantidad de copas de vino cada veinticuatro horas no daña la salud. Por el contrario, propone, Inglaterra debería reescribir sus campañas médicas y seguir el ejemplo de Escocia, donde la salud pública recomienda observar cada semana uno a dos días totalmente secos. Igual se debe, insisten, formalizar nuevas reglas sociales a fin de que la comunidad entienda que una noche de fuerte ingesta ocasional es tan peligrosa como hacerlo diariamente, y que cada individuo reacciona en manera única ante los éteres etílicos conforme peso, edad e historia familiar.
Este tema es crucial, advierten, para apoyar el esfuerzo del gobierno en el combate al consumo excesivo y problemático del alcohol. 'El ciudadano debe saber cómo usar este producto, pues en general malentiende el concepto y cantidad de unidades que puede consumir'. En 1980 la oficina sanitaria inglesa consideraba seguro para el varón ingerir '18 unidades estándar' (120 mil cada una) por semana, y mitad para la mujer. En 1987 esto fue revisado y se calificó límite sensible para el varón beber 21 tragos a la semana y 14 la mujer, ya que ayudaba a reducir el colesterol malo en la sangre aunque también enmascaraba episodios excesivos de 'heavy drinking'. En 1995 se revisó las reglas y hoy lo recomendable es un máximo de cuatro unidades al día (varón) y dos a tres similares para la mujer.
Pero como esto genera impresión de que el gobierno alienta en forma permisiva la ingesta diaria, los expertos aconsejan más bien seguir el método de dos días 'secos' a la semana, como estimula Escocia, y con apoyo de la industria del ramo informar al público que si bien tomas moderadas de alcohol pueden resultar beneficiosas, el consumo muy frecuente ocasiona daños irreparables al hígado. La licorera Portman ha accedido ya a rediseñar las etiquetas en sus botellas para orientar a que la gente comprenda lo positivo y lo negativo de su producto. De acuerdo con el Real Colegio de Cirujanos, el país gasta 20 billones —en efecto, billones— de libras al año por crímenes resultantes de esta causa, accidentes, mala salud, deterioro laboral y sobre todo violencia doméstica y tratamiento emergente en hospitales, informa en primera plana The Daily Telegraph del nueve de enero.
Como ocurre en sociedades solidariamente cultas, el mismo periódico exhibe la reacción de algunos 'socialites' de Londres, quienes reconocen la conveniencia personal de acatar las nuevas reglas. 'No me quitaré del gusto' reflexiona la escritora Ross Prince 'pero pienso que si inicio cada almuerzo con vino, y sigo hasta media botella, incremento mis probabilidades de cáncer de mama, esófago y boca, cuando no el riesgo de fatiga, sobrepeso, aneurismas o depresión… Aunque cambie a tinto' concluye 'lo ideal es que me discipline al par de días sin chupete…'. Se ha probado que el vino rojo es menos dañino para la mujer, particularmente bajo condiciones de exceso, estrés y embarazo.
Las investigaciones médicas avanzadas ratifican que el problema no es de tipo científico, sino de comunicación y educación colectivas: se debe modificar conductas y hacer que el público entienda la diferencia vital entre ser bebedor moderado o social, y ser adicto. Que es como precisar las fronteras entre vida y muerte.