Una de las características (virtudes) de una persona de éxito y más aun de los “liderazgos genuinos” es una tenaz tolerancia a la crítica constructiva; ningún ser humano es capaz de conducir sus acciones en una línea recta absoluta y permanente si no es por las correcciones de rumbo que oportunamente realiza a la luz de consejos, advertencias, críticas u observaciones que van absorbiendo a lo largo del camino.
Lo mismo ocurre con los gobiernos que declaran hacer suyos los principios de una democracia plena.
Si bien la democracia, en teoría, es el gobierno de las mayorías, entendiéndose éste como el gobierno que goza de la simpatía de por los menos la mitad más uno de los ciudadanos, también es cierto que esta voluntad mayoritaria debe estar modulada por aquellas voces serias, responsables y constructivas que advierten a las administraciones públicas sobre los errores que, a su juicio, se cometen en perjuicio aun de los integrantes de esas “mayorías gobernantes”.
Fresca esta en la memoria de los que observamos los acontecimientos del resto del mundo, la catástrofe del EXXON Valdes, el Tanquero cargado de petróleo que zozobró en las costas de Alaska provocando uno de los mayores desastres ecológicos de la historia, todo porque el capitán del barco rechazó los consejos y las advertencias que le hizo su piloto de navegación indicándole la proximidad de los riscos y la poca profundidad de las aguas. El capitán pagó con la cárcel su terquedad.
Los gobernantes no deben emular al capitán del EXXON, no deben cerrar sus oídos a las voces disidentes constructivas, deben aprender con humildad, pero con amplia sabiduría, a buscar el sendero correcto para evitar las catástrofes.
Venezuela es el mejor ejemplo de gobernantes que frente a la increíble crisis social, política y económica del país se rehúsan con una terquedad patológica a escuchar las voces del mundo y los gemidos del pueblo venezolano que no aguanta más.
Los nubarrones se ciernen sobre el cielo de Bolívar y las consecuencias de un conflicto armado, fratricida, sangriento y por demás estúpido, se huelen en el ambiente.
Cualquier insinuación sobre otros gobernantes actualmente en el poder en la América Latina es pura coincidencia.
*Empresario y analista