La historia de la salud pública en el mundo es sumamente rica, llena de retos y aprendizajes a base de la evolución de las enfermedades y del esfuerzo humano por abordarlas, eliminarlas y de ser posible, erradicarlas. Por lo tanto, la medicina y la salud pública se desarrolla, cambia, se adapta y adopta nuevas estrategias para estudiar las enfermedades y sus factores de riesgo y combatirlas, con el afán de salvar vidas.
Así surgió la Oficina Sanitaria Internacional (ahora Organización Panamericana de la Salud) el 2 de diciembre de 1902, durante la Primera Convención Sanitaria Internacional de las Repúblicas Americanas, Convención reunida en Washington, D.C., por una resolución adoptada por la Oficina Internacional de las Repúblicas Americanas -hoy Organización de los Estados Americanos (OEA)- un año atrás, en 1901.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) cumple 120 años de existencia el 2 de diciembre. La reciente pandemia de covid-19 ha confirmado, más que nunca, el importante rol de la OPS en el acompañamiento de las autoridades y trabajadores de la salud, así como en la facilitación de la cooperación internacional, para abordar retos tan graves como la pandemia por covid-19 y el reciente brote de viruela símica; igualmente como lo fueron las enfermedades ya eliminadas de las Américas (la poliomielitis, la viruela, el sarampión, la rubéola y el síndrome de rubéola congénita, entre otras).
Honduras es un país prioritario para la OPS, en todos estos años de trabajo ininterrumpido con las autoridades de salud se han logrado avances significativos, entre los que se destacan: la erradicación de enfermedades prevenibles por vacunación: la viruela, la poliomielitis (1989), el sarampión (1997), el síndrome de rubéola congénita (2002), la rubéola (2004) y la meningitis por Hib (2009). Además, en el 2018, la OPS certificó a Honduras por la eliminación de uno de los vectores que produce la enfermedad de Chagas.
Los aportes técnicos y financieros de la OPS al país han sido incontables, cubriendo desde el apoyo a la formación de recursos humanos en salud, el abordaje de emergencias sanitarias y por desastres naturales, la gestión integral de enfermedades transmisibles y no-transmisibles, las enfermedades vectoriales, la promoción de la salud en el ciclo de vida, el apoyo permanente al Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), la comunicación de riesgos y la movilización social, y la contribución en la formulación de políticas públicas, legislación y normas sanitarias.
Gracias a la adhesión de Honduras al Fondo Rotatorio de Vacunas de la OPS se han logrado inmensos ahorros en la adquisición de vacunas, la introducción de nuevas vacunas (la del virus del papiloma humano, la de la hepatitis, recientemente las del covid-19 y la de la viruela símica, entre otras) y el fortalecimiento del PAI.
Los aportes más recientes de la OPS se han visto en todas las acciones ejecutadas para la prevención, contención y mitigación de la covid-19, con insumos médicos y de protección personal; el acceso a las vacunas a través del Mecanismo COVAX; el fortalecimiento de los servicios de salud y de la vigilancia de la salud (primer y segundo nivel de atención, laboratorios, sistemas de información, epidemiología, etc.).
Todo esto sin descuidar la cooperación técnica para apoyar la resiliencia de los servicios de salud.En este importante aniversario, la OPS quiere reiterar su compromiso para el fortalecimiento del sistema de salud, con una visión de acceso y cobertura universal de salud para no dejar a nadie atrás.
