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Navidad, un regalo de Dios

La Biblia es un libro sagrado, en él se encuentra la palabra de Dios, son las palabras de la profecía, la profecía es nuestro Señor Jesucristo.

En relación con la Navidad encontramos escritos proféticos anunciando el nacimiento de Jesucristo y el propósito de su venida.Isaías 7:14 RV 1960: “Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel (Dios con nosotros)”.

Isaías 9:6 RV1960: “Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz”.

El propósito fundamental de la venida de Cristo al mundo era para dar su propia vida en sacrificio por el pecado de los seres humanos. Vino a morir y salvar la humanidad, éste es el significado de la Navidad.

La Navidad es una realidad gloriosa. Es un tiempo de alegría. El pesebre de Belén en Israel se convirtió en el vínculo que unió la humanidad con un Dios amoroso y salvador. En ese pesebre nació un niño y vino un hombre que no solo nos enseñó una nueva forma de vivir, sino que nos introdujo en una nueva relación con nuestro Creador.

La Navidad significa que Dios nos ama tanto que estuvo dispuesto a dar a su Hijo, como un regalo de salvación.Juan 3:16 RV 1960: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna”.

El verdadero sentido de la Navidad es que Dios compartió nuestra vida humana para que nosotros pudiéramos compartir la vida divina.Dios vino a este mundo, haciéndose humano en Jesús, para que nosotros fuéramos hijos de Dios y personas caracterizadas por el amor. Jesús es Dios y vino a buscar y a salvar la humanidad perdida.En este tiempo de Navidad debemos reflexionar que el nacimiento de Jesús obedece a un propósito redentor de Dios. El sentido de la Navidad no es el consumismo, sino el nacimiento de Jesús.

Lo relevante es reconocer a Jesús como nuestro Salvador.En la Navidad pongamos en la mesa del banquete familiar a Jesucristo como el primero, maravilloso y sobrenatural regalo de Dios para salvación y alcanzar vida eterna en el Reino de Dios.

Finalmente, como está escrito en Romanos 10:9,10,13 RV1960, Dios mismo nos dice: “Que, si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia; mas con la boca se hace confesión para salvación. Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo”.

La Navidad, un regalo de Dios para la humanidad.

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