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Los abrazos virtuales

Una vieja frase va diciendo por ahí que cada vez que abrazamos a alguien ganamos un día de vida, pero este temido coronavirus que nos suspendió los besos y los abrazos, confinándonos hasta el hartazgo, también motivó el crecimiento asombroso del uso de internet y redes sociales para cubrir otra necesidad ancestral: la comunicación.

El tiempo de cuarentena y este andar por casa obligado, bifurca el día entre labores domésticas y no hacer nada, y es fácil desbocarse hacia la tecnología: el 83% de los hondureños tiene celular, y si descontamos a los chiquitines, diríamos que todo mundo lleva un móvil; somos 9.8 millones y hay 8.2 millones de teléfonos, parece que ni siquiera la inocultable pobreza los limitara.

Visto así, asumiríamos que la cuarentena no nos robará la comunicación, el acercamiento con la gente querida, pero no hay mensaje de texto, llamada o videollamada que sustituya el abrazo, la palmada, el beso, el roce que heredamos con los vecinos primates y que nos hace tan sociales.

Buceando en internet aparece la página We Are Social, con palpitantes datos sobre el uso de telefonía y redes sociales en todo el mundo, y sobre todo, el incremento súbito, descomunal, que ha promovido este encierro mundial por la Covid-19, que desgraciadamente no volcó a medio mundo hacia los libros.

Vamos a ver, en un año los hondureños crecimos en unas 159 mil personas; en ese mismo tiempo aumentaron los usuarios de celulares en 44 mil; los nuevos conectados a internet fueron arriba de 300 mil; mejor aún los que se afiliaron a redes sociales entre enero de 2019 y este abril de confinamiento, en poco más de un año, 432 mil, eso es 12% de la población.

Por eso la imagen habitual de cualquiera es estar encorvado picoteando una pantalla, somos más de cuatro millones de hondureños revisando las redes sociales (42%), y la estrella es Facebook, que distrae a 3.8 millones; de lejos le sigue Instagram con sus 940 mil afiliados; más atrás Linkedln con 460 mil; y curioso, la más sobria, o tal vez por eso, Twitter, solo tiene 290 mil suscriptores.

Es esperanzador que lo más buscado en YouTube por los hondureños es música, videos, canciones. Y para pasar el temporal también se apoyan en la televisión, que vio crecer su audiencia de forma espectacular; igual que plataformas internacionales como Netflix y HBO, y algunos musicalizan sus días con Spotify.

Claro, siempre faltará el tacto social, la cercanía con la familia, los amigos, la necesidad que la evolución nos dejó en los genes, y que sirve para estimular la producción de endorfinas, esas sustancias químicas que producimos para hacernos sentir bien y atenuar el dolor.

Canta Víctor Manuel: “Dónde se irá ese abrazo, si no llegas nunca a darlo”, pues nada, lo ahorramos para cuando pase esta tragedia, porque pasará, y ojalá nos permita construir una sociedad más justa, un mundo más fraternal y solidario, menos desigual.