La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es una organización internacional que tiene como objetivo promover políticas que favorezcan la prosperidad, la igualdad, las oportunidades y el bienestar para todas las personas, contando con más 60 años de experiencia.
La OCDE es un centro de conocimientos para la recopilación de datos, el intercambio de experiencias y de buenas prácticas.Uno de los pilares fundamentales de la OCDE para lograr sus objetivos es la educación, específicamente el fortalecimiento de competencias claves para la empleabilidad y la participación de las nuevas generaciones.
Las pruebas PISA -que corresponden a las siglas en inglés del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos- son una de las herramientas utilizadas por dicha organización.Desde 1998, las pruebas PISA se aplican cada tres años a una muestra seleccionada de entre 4,500 y 10,000 alumnos por país, que están por finalizar la educación secundaria y que tienen alrededor de 15 años.
La característica más importante de los exámenes PISA es que no están diseñados para evaluar el éxito o el desempeño de los programas académicos, modelos de enseñanza ni instituciones educativas, sino que se enfocan en medir las aptitudes que han adquirido los estudiantes para navegar con lógica, cultura general y sentido crítico en situaciones reales y relevantes.
El objetivo de las pruebas PISA es evaluar las probabilidades de éxito de los alumnos en el contexto económico, social y cultural que van a enfrentar, midiendo diferentes niveles de comprensión, criterio, capacidad de discernimiento, resolución de problemas e incluso creatividad en tres grandes áreas: la lectura, las matemáticas y la ciencia en general. Además, también se recaba información sobre el entorno familiar y socioeconómico de los estudiantes, así como su actitud respecto al aprendizaje y sus hábitos de estudio.
Es importante tomar en cuenta que “salir bien en las pruebas PISA” no es un objetivo en sí mismo, sino que las pruebas se consideran como un instrumento de evaluación que ofrece una visión objetiva de ciertos aspectos y competencias de los estudiantes, que se deben reforzar a lo largo de la educación básica, especialmente en las escuelas públicas.
Considerando todo lo anterior, resulta hasta absurdo que Honduras haya decidido no participar en este programa y resultan todavía más alarmantes las declaraciones del viceministro de Educación, que expresó que “las pruebas PISA van en contra del magisterio, en contra de los alumnos de América Latina, aparte que eso le cuesta dinero al país y no nos interesa que nos evalúen medios de la derecha”.
Realmente es lamentable que los dogmas ideológicos prevalezcan sobre el sentido común y el buen criterio y que este tipo de decisiones absurdas sean tomadas sin los análisis y consideraciones pragmáticas que ameritan, siendo que, de alguna manera, afectan el futuro de nuestros jóvenes.
El flamante funcionario se ha de sentir muy orgulloso de la calidad de la educación pública en Honduras, lástima que esto sea pura imaginación y que nuestros niños sean los más afectados, en un entorno donde la educación sigue siendo un elemento vital para el desarrollo y futuro de las personas.