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En memoria de Carlos Menem

En algún lugar de nuestra vivienda se conserva una fotografía, en la que aparezco en una sala de la Casa Rosada de la capital de la República Argentina, saludando en 1993 al entonces presidente de ese país Carlos Saúl Menem Akil, quien dicho sea de paso usaba zapatos de plataforma para verse más alto, y ostentaba unas frondosas patillas al estilo de varios próceres latinoamericanos.

Casado en segundas nupcias con la Miss Universo chilena Cecilia Bolocco, le tocó fallecer en una fecha romántica: el pasado domingo 14 de febrero, cuando en Honduras celebramos el Día de la Amistad y el Amor.

Aparte de lo chaparro no tengo cosas en común con tan extraordinario ciudadano argentino; sin embargo admito que mientras estudiaba en Costa Rica (1987- 1988), y desde mucho antes, me atreví a usar unas largas patillas que mi suegro en una ocasión bautizó como patillas de cochero, aunque mi intención primaria era emular al héroe centroamericano Francisco Morazán.

El difunto expresidente Menem llevaba sus patillas “para imitar a su caudillo favorito, el prócer Facundo Quiroga, y eran emparejadas a diario por un peluquero que llegó a tener asiento fijo en el avión presidencial”.

Según un reportaje de BBC News Mundo publicado en la misma fecha de su muerte, Menem era: “Egocéntrico, retórico, solidario, farandulero, familiar, ingenioso y venido de abajo, Menem nunca dejó de estar donde más le gustaba: en el centro de la atención”. El artículo agrega que: “En su lista de excentricidades se encuentran autos de colección, helicópteros, animales exóticos, el ‘Menemóvil’ con el que hacía campaña y la promesa —incumplida— de un sistema de vuelos espaciales con el que se podría viajar de Argentina a Japón en dos horas”.

Durante fungió como gobernante mostró un estilo contradictorio, cosechando éxitos y fracasos: “En su primer gobierno forjó un boom económico; en el segundo, una crisis traumática”. “Fue al mismo tiempo un político populista y de derecha, pro-Estados Unidos y patriotero, católico y musulmán, que fue perseguido por el régimen militar pero luego indultó a los represores y primero se alió pero luego hostigó a los guerrilleros montoneros”. Menem: “prometió no honrar la deuda pero la pagó, ofreció reclamar las islas Malvinas/Falklands pero negoció con Reino Unido”, decía ser nacionalista pero “privatizó empresas”.

Podemos recordarlo teniendo presente lo escrito por Menem en 1988 en una “Carta abierta a la esperanza”: “Siempre sostuve que el gesto más noble del político consiste en poner un oído en el corazón del pueblo y otro en la voz de Dios para escuchar con humildad el mandato de los tiempos”.