Columnistas

El populismo y el crecimiento económico

El crecimiento económico no se alcanza con la simple retórica populista ni creando un entorno de antagonismo y discriminación en contra de los que no profesan la misma ideología. Esto ha sido demostrado por la historia y aun en estos días, vemos países que cuentan con talento humano y riquezas naturales, cuyos líderes tienen a la mayoría de la población sumida en la miseria, dependiente de las dádivas de los gobernantes y políticos en el poder. Las promesas políticas no son nada más que eso, promesas sin ninguna intención de cumplirlas.

Al llegar al poder, los seudolíderes y los de su círculo más cercano comienzan a darse la gran vida, a repartirse los empleos con jugosos salarios, a viajar por el mundo y a diseñar mecanismos que les permitan eternizar en el poder. En Honduras estamos comprobando cómo la historia se repite, nada más que con diferentes actores.

Los hondureños que deseamos lo mejor para nuestro país debemos unirnos, buscando todos el bien común y cómo lograr que Honduras se convierta en un país con crecimiento económico sostenido, generación de empleo, servicios públicos en salud, educación y seguridad de calidad y que le permitan a todo hondureño aspirar a un mejor futuro. Para esto, todos debemos tener como consigna elegir a los mejores líderes para gobernar, sin importar el partido político al que pertenecen, dar seguimiento a los gobernantes y exigir cambios cuando creamos que son necesarios.

Los políticos nunca van a cambiar por sí solos, ya que a ellos lo que les interesa es mantener el statu quo para seguirse dando la gran vida. Las variables más importantes para impulsar el crecimiento económico son el ahorro y la inversión y el uso eficiente de los recursos, con el objetivo de alcanzar niveles competitivos de productividad. Generalmente los niveles de ahorro interno de un país son insuficientes y, por lo tanto, siempre se requerirá atraer inversión extranjera para poder alcanzar las metas de crecimiento. Pero también es de gran importancia que un país goce de estabilidad política y que exista un marco jurídico de respeto a la ley, en tal forma de crear confianza y garantizar el derecho a la propiedad, tanto física como intelectual.

La incertidumbre política y jurídica afecta la con fianza de los inversionistas y trae como consecuencia la reducción del potencial de crecimiento económico de un país. Honduras goza de muchos privilegios para lograr su desarrollo económico y social. Cuenta con recursos humanos competentes y calificados, tal como lo demuestran los miles de hondureños que han migrado y que se han convertido en un factor vital para la estabilidad macroeconómica y social.

El país cuenta con enorme potencial para alcanzar su desarrollo en servicios de transporte, turismo, maquila y con recursos naturales que le permitirían convertirse se proveedor de alimentos, minerales, energía y otros, para el resto del mundo. Y para cerrar el círculo, el país está muy cercano y tiene acceso al mercado estadounidense, el más grande del mundo y con potencial de seguir creciendo. Dejemos la ceguera política y busquemos líderes honestos, competentes y capaces de conducir a Honduras hacia un desarrollo sostenible y equitativo. Quitémonos la venda política que nos tiene donde estamos.