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Capacitar a los jóvenes “ninis”

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), durante el año 2021 un 31.7% de la población hondureña estaba constituida por 3,012,983 jóvenes comprendidos entre los 12 y 30 años, de los cuales un 44.8% trabajaba, 23.1% solo estudiaba y 32.1% ni estudiaba ni trabajaba; a estos últimos se les conoce como “ninis”, y en dicho año estaban representados por 968,487 jóvenes en la edad referida, siendo los hombres apenas un 32.4% y las mujeres el 67.6% restante.

Los “ninis” son un grupo etario sometido a serios peligros sociales, que ameritan la urgente atención de nuestras autoridades gubernamentales y el involucramiento decidido de la empresa privada nacional.

Por el simple hecho de ser jóvenes y estar constituidos predominantemente por mujeres, estos adolescentes están muy expuestos a la violencia intrafamiliar, al abuso sexual, la cooptación de grupos antisociales, el negocio de la extorsión y el narcomenudeo, y su incorporación a las caravanas de migrantes.

De la totalidad de estos muchachos, un 46.2% habitan en la zona urbana y un 53.8% en la zona rural; a la vez, un 60.6% de los mismos son personas entre los 15 y los 24 años, y poseen un promedio de escolaridad de 7.7 años, lo cual no es algo despreciable.

Tanto en Honduras como en otros países latinoamericanos existen experiencias valiosas para convertir a los jóvenes desempleados en sujetos productivos y emprendedores dentro de la sociedad, tales como:

1.- Ofrecer la oportunidad a los jóvenes para que las empresas los reciban como aprendices, concediéndoles a los mismos un pequeño auxilio monetario; 2.- Brindar cursos en línea para que los jóvenes puedan aprender gratuitamente inglés y algunos oficios técnicos como electricidad, refrigeración y reparación de electrodomésticos; 3.- Becas completas o parciales para ingresar a centros de capacitación técnica o artística; 4.- Frecuente organización de talleres gratuitos de manualidades como bisutería (pulseras, collares, pendientes, vinchas, carteras y bolsos), elaboración de flores de papel, fabricación de jabones, creación de juguetes y adornos, etc.; 5.- Facilitar gratuitamente locales para que los jóvenes se reúnan, practiquen juegos de mesa y reciban clases de computación, dibujo, pintura o teatro; 6.- Un diversificado sistema de canchas deportivas para que los jóvenes practiquen deportes como fútbol y básquetbol.

De no hacer algo en favor de los jóvenes, mucho de nuestro futuro se perderá.