Columnistas

Hermanos, compatriotas, atrás quedó el flamear de la bandera, atrás quedaron los 21 cañonazos de salva, el himno nacional apagó sus notas, la antañona se vistió de gala y los pliegos tomaron polilla. Septiembre sucumbió, pero dio paso al otoño, frío, lluvioso, dónde las hojas caen para hacer un ciclo de vida porque abonaran la tierra y las semillas echadas al viento germinarán, amaneció hermano mío, el Sol apareció detrás de Cantagallo y sus dedos rosas surcaron el cielo, la diáspora de luces y colores reflejados en un cielo gris por lo gélido del viento dieron su brillo y el hondureño se levantó con el ánimo de blandir nuevamente el machete, usar el azadón para aporcar la tierra y en sus manos remover la tierra haciendo surcos de progreso y prosperidad.

La taza de café se saboreó, alentó el espíritu y dejando el calor del hogar traspasamos el umbral y dimos marcha para hacer girar los engranajes de la industria, batimos la mezcla para construir catedrales y tender puentes de amistad y unión entre pueblos para que todos, sí, todos podamos recibir los beneficios del bien común, que éste no solo sea de la elite que amasando fortunas a través de desfalcos amasan y amasan y el derrame neoliberal no llegó, más no somos cobardes y empuñamos el arado, batimos la lanza y la espada en rejas de paz, somos los que día a día construimos sobre las ruinas que la clase política y empresarial hacen a diario cuando roban la salud, el trabajo, las energías, la sapiencia y la echan en costales dejando a un pueblo que siente que grillos de amargura se apoderan de su corazón; ¡basta ya! Gritamos, no somos cobardes, somos estoicos, y aunque corran a esconderse no podrán huir porque el karma los alcanzará y será implacable con aquellos que sometiendo a toda una nación a sus arbitrariedades o a sus barbaridades les pasará su factura cobrada con intereses, al pueblo no se le engaña, al pueblo no se le roba, al pueblo se le extiende la mano, se extiende la bonanza para que todos disfrutemos de los estadios de grandeza.

Diariamente el Mypimes se levanta y lleva sus productos al mercado, sale a los barrios a ofrecerlos, su frente suda su desolación porque nadie le compró y su desaliento es mayúsculo cuando al atardecer llegó y los productos siguen en la canasta de mimbre, cada día surcan las carreteras los que llevan el pan diario a pueblos abatidos por la pobreza, la miseria se barre con la escoba de la indiferencia gubernamental o municipal, no hay para todos, y se lanzan al ruedo de la política y solicitan el voto, son los que traerán prosperidad y mejor vida para todos y llevan consigo la bolsa solidaria y cargan a los niños mocosos y sucios porque no hay agua en sus barrios, ni medicinas, todo se quedó en el bolsillo izquierdo o la desidia era el sustento de las gobernanzas, hoy te visitan porque necesitan de ti.

Y las fotos estarán en los diarios y su publicidad será implacable, saldré comiendo en los mercados populares, me abrazaré con el viejito y la viejita que andan en la calle mendingando porque en los asilos no hay para todos, iremos a los pueblos y tomaremos el agua chirrea con el pocillo desportillado o tomaremos la leche en guacal, sabrán que también somos pueblo y flamearán las banderas de mi partido y mi poster estará aún en los árboles más elevados porque estas personas creen en mi y su desilusión será amarga cuando los busquen y no los encuentren, cuando los llamen al número que les dejó y nadie responda, cuando los encuentres no caminando sino en su camioneta blindada y hagan su rostro hacia el otro lado para no verte porque la vergüenza los viste diariamente y en su interior sonreirán por su astucia porque el montón de tontos depositaron su fe, su voto los elevó a puestos donde ahora se creen que ganaron el mundo.

Amaneció, pronto nos aprestaremos como soldados de la patria a cumplir nuestro deber patrio, enaltecer el ara de la patria, es tiempo de meditar sobre quien descargarás la responsabilidad de gobernar a tu patria, deberán ser hombres y mujeres probas salidas del alma de la nación, que sus ideas sean emancipadoras, que su lucha vaya encaminada a que el bien común brille como estandarte de paz y progreso, que la sapiencia nos cobije al llevarnos a mejores campus dónde el conocimiento esté regado como agua para calmar la sed de la ignorancia, donde podamos adquirir salud y no ser presa de la funeraria porque la esperanza de la vida se incrementó, votaremos porque el deber cívico así lo exige, no nos dejaremos deslumbrar por la palabra bonita, hueca, melosa, votaremos por aquellos que con humildad se postulan para servir y no servirse, la ley está impregnada en su pecho y la moral es el sello con los cuales sella su palabra de honor, es la expresión tangible de lo que el hombre es, un ser verdadero o un mentiroso.

Hermano hondureño, la hora se acerca, no votemos por lo mismo que tienen una marca hecha por la corrupción y la narcoactividad, no votemos por aquellos que el nepotismo es y será su forma de actuar, no votemos por aquellos que desean tener el poder para poder resarcirse del tesoro nacional, no votemos por aquellos que dicen que harán una patria grande y sus mentiras son inmensas porque ya estuvieron en el poder y solo copiaron lo que otros hicieron, no votemos por aquellos que va a ir a improvisar, que no tiene una agenda de nación y que en ella quepamos todos, la patria se alista para su cambio hacia las alturas o la seguiremos hundiéndola en el fango de la inmunda corrupción, de ti depende hermano hondureño.

Amaneció, ¿estás listos? Que en tu corazón brille la luz de la esperanza de que hoy si saldremos de la ignominia a la cual hemos sido arrastrados, hemos tocado fondo, pero el hombre es el ser capaz de levantarse hasta las alturas; amaneció, tomemos la bandera y la ondeamos para que sus pliegues reflejen la paz.