Señores diario EL HERALDO:
El martes 7 de febrero pasé por una calle que queda sobre el puente Estocolmo y miré con desagrado como de una caja de registro salían grandes cantidades de agua debido al robo del contador.
Sentí un gran coraje y pesar por la gran cantidad de agua derramada; mientras, hay muchas colonias que no tienen agua y que sus habitantes tienen que pagar por el agua en barril un costo altísimo.
Por lo cual les pido a los diputados, a los que todavía tienen conciencia, que aprueben una ley que tipifique el robo de contadores como un atentado contra la vida de los hondureños, porque el agua es vida y toda la que se desperdicia por estos ladrones no se vuelve a recuperar.
Hay que actuar ya contra los ladrones de medidores de agua y con los “topes”. La Policía debe ir donde se hacen fundiciones de metal para ver si allí es donde van a parar dichos medidores, también hay que ir pensando en comprar los medidores que sean fabricados en otro material ya que el bronce es muy apetecido por estos delincuentes inconscientes.