El pasado 14 de septiembre, un día previo para celebrar el cumpleaños de la Patria, me encontré con mi buen amigo, excompañero y miembro de la banda de guerra del Instituto San Francisco de Comayagüela, Ricardo Pavón Larios. Platicando y recordando viejos tiempos me comentó con mucho entusiasmo que ha emprendido una pequeña empresa luego de haber laborado por muchos años, con buen suceso, en diferentes instituciones del Estado como administrador de las mismas y de las cuales se retira con mucha satisfacción de haber servido a su país con trasparencia y solvencia moral.
“Mirá, Dennis, yo siempre tuve un sueño muy grande”, me dijo, “fundar mi propia empresa y luego de analizar varias opciones decidí incursionar en el área de purificación y desinfección ambiental laboral en oficinas, clínicas, negocios de comidas etc.”.¿En qué consiste?, le pregunté. “Ofrecemos un servicio novedoso de purificación y desinfección, el cual succiona todo el polvo fino, heces de ácaros y malos olores”. ¿Qué equipo utilizas para esta operación que en estos tiempos de pospandemia es más que importante y también una responsabilidad de las empresas mantener un ambiente saludable? “Fíjate que es una máquina con tecnología alemana que tiene la capacidad de succionar el aire y polvo en 25 metros cuadrados”.
¿Cuáles son los tipos de gérmenes que más frecuentemente se encuentran en estas oficinas, clínicas, etc.? “Las heces de ácaros que son las que le generan al ser humano enfermedades respiratorias graves como rinitis, asma, virus, bacterias y humedad. Los ácaros muerden, se alimentan de la piel y luego se desprenden, pueden causar una dermatitis similar a la sarna”. ¿Se requiere de mucho personal para esta labor? “No, fíjate que con dos personas basta”. “Bueno, pues te felicito, Ricardo, es muy importante garantizar un ambiente libre de gérmenes en el hogar y los ambientes de trabajo”.