La pandemia por coronavirus tiene al mundo de rodillas, miles de infectados en todo el mundo y muertos a cada minuto. Honduras está en modo de miedo, hay casos confirmados y muchos sospechosos de estar infectados. Y estamos en toque de queda absoluto como medida efectiva para evitar la propagación del virus. Todo lo que ayude a vencer la pandemia es bienvenido. El aislamiento ya demostró que sí detiene los contagios. No hay más infectados en China, y los médicos y enfermeras se quitaron las mascarillas y celebraron lo que se considera el final de la infección en Wuhan. Nosotros comenzamos nuestra lucha contra el virus. El personal médico está en primera línea en esta batalla por salvar vidas. Pero con ellos están esos nuevos héroes hondureños que con sacrificios tratan de hacer cumplir el toque de queda absoluto para mantener aislada a la población y detener al coronavirus. Estos héroes son los policías y militares que están en retenes, que van por las calles, que avisan en pueblos, barrios y ciudades acerca del peligro de exponerse al virus. Son hombres y mujeres que han dejado a sus familias para cuidar las nuestras, que pasan días enteros bajo el sol, y noches enteras con frío. Héroes que pasan hambre, sed, sueño, cansancio y agotamiento. Y lo hacen cumpliendo un deber con los hondureños.
Esto debemos agradecerlo, debemos reconocer que estos hombres y mujeres se sacrifican por otros, y debemos pedir que Dios los bendiga.
En esta lucha contra el coronavirus todos somos importantes. Hagamos nuestra parte, y actuemos con responsabilidad. Apoyemos a las autoridades quedándonos en casa. Respetemos el toque de queda absoluto y acatemos las indicaciones de los policías y militares que están en las calles para proteger a Honduras de este mal. Entendamos que el coronavirus mata, y que igual de mortal es la indiferencia ante la posibilidad de contagio. Todos estamos en riesgo. Todos estamos en peligro. Todos podemos infectarnos y morir. Entonces, hagamos nuestra parte en esta lucha, reconozcamos nuestra debilidad ante el virus, y quedémonos en casa.