El agua, como bien natural que se encuentra en nuestra atmósfera en estado líquido, sólido y gaseoso, es necesaria y fundamental para la existencia.
Este bien de consumo se comercializa de una forma acelerada y con valores no imaginables en las colonias y barrios de menores ingresos económicos, precios que se están volviendo impagables. Por ejemplo, un barril de agua en algunos de estos sectores cuesta entre 40 y 50 lempiras.
Colonias como la Sagastume, Miramesí o El Picachito reciben una o dos horas cada siete días el suministro, en cambio usted encuentra carros transportando este bien y comercializándolo con valores muy elevados.
Le preguntamos a los encargados de este servicio y su distribución, ¿cómo es posible que no hay agua para el suministro pero sí para la venta a los tanques en las represas?
Es que esto es un negocio de gran escala, o ya las personas deben ver el consumo de agua como un bien suntuario, al que muchos no podremos tener acceso.
En este año no podemos tener la excusa de la falta de lluvia, ya que durante estos meses las precipitaciones de agua se han dado con mucha frecuencia.
Esperamos el cumplimiento de la palabra del actual alcalde del municipio del Distrito Central, el señor Jorge Alejandro Aldana Bardales, que se pronunció sobre el principal compromiso de campaña en las pasadas elecciones, la construcción de las represas para el suministro de agua a toda la capital.
Y que los vehículos que pueda la comuna enviar a regalar agua a las colonias y barrios no sea de forma selectiva ni a sus amigos, que se dé de forma general.
Amigos de la Sagastume y alrededores, esperamos que mejoren sus condiciones de obtención de agua.