Tendremos nuevamente, y como toda la vida, elecciones viciosas, porque irrisoriamente los que siempre han hecho fraude, se quejan de fraude, porque están como buitres queriendo comerse lo poco que queda de la Res-pública.
Las nuevas identidades se empezaron a entregar una semana previa a las elecciones, más de un millón de personas sin saber por qué ni para qué, bueno sí sabemos, les cambiaron el domicilio.
Mientras en el CNE aunque le dieron participación a los partidos mayoritarios nunca tuvo independencia absoluta, y la representante del PL, no aceptó las nuevas reformas, ¿por qué? Y es que para que el proceso sea transparente y se cumpla la voluntad de los electores se necesita voluntad política, y eso es lo que no hay.
Se dará un proceso en donde un candidato a la presidencia dijo que podía dar el listado de los diputados que estarán en el CN, muchos de ellos ya echaron raíces, y lo único que han hecho es aprobar leyes nocivas para el país; un proceso en donde la ley permite que los partidos pequeños sigan participando aunque saquen muy pocos votos, claro pero esa ley sino se puede cambiar, porque la venta de credenciales es un gran negocio, y es así como en las mesas electorales los partidos pequeños tienen representantes falsos, de ahí nacen todas las irregularidades, las actas son adulteradas y demás.
Ojalá no pase pero todo indica que se puede desatar el caos, aunque es una opción que tiene muchas probabilidades de suceder, y se gastan millones de lempiras solo para que sigan violando la democracia, y las maletas electorales llegaron a tiempo, pero los hospitales móviles llegaron por partes, y ni hablar de los trámites para comprar las vacunas fueron lentos, torpes e inhumanos, pero las cúpulas políticas ya se vacunaron todos en compañia de sus familias, y las elecciones no se pueden parar.
En fin, se espera más de lo mismo, y también estamos a la espera de ver que tan divididos están los entes políticos a lo interno, y si ahora vamos a razonar de buena manera nuestro voto.