Minsk. Los presidentes de Rusia y Ucrania se reunieron ayer en terreno neutral para conversar cara a cara por primera vez desde junio sobre la lucha entre el gobierno y los separatistas prorrusos que desangra el este ucraniano. El ruso Vladimir Putin y el ucraniano Petro Poroshenko fueron acompañados por los presidentes de Bielorrusia y Kazajistán y tres altos funcionarios de la Unión Europea en la capital de Bielorrusia, Minsk.
“El destino de mi país y de Europa se decide hoy aquí en Minsk”, dijo ayer Poroshenko al comienzo de las conversaciones. “Los intereses de Donbass (el este de Ucrania) han sido y serán tenidos en cuenta”.
Los dos mandatarios se sentaron en extremos opuestos de una gran mesa redonda junto con los otros dos presidentes y funcionarios de la UE. Al contrario de lo que se suponía, no se reunieron directamente antes de las conversaciones, según una asistente del presidente ucraniano Iryna Herashchenko.
Presionado para buscar un acuerdo negociado en vez de una victoria militar, Poroshenko dijo que el propósito de su visita era empezar a buscar un compromiso político y prometió que serán tenidos en cuenta los intereses de los habitantes del este de Ucrania de habla rusa.
Putin dedicó la mayoría de sus declaraciones inaugurales al comercio, aduciendo que la decisión de Ucrania de firmar un acuerdo de asociación con la UE de 28 naciones representaría fuertes pérdidas para Rusia.