Mundo

Papa finaliza primera visita a México

Benedicto XVI partirá en un vuelo rumbo a Santiago de Cuba después de dar un mensaje de despedida con el presidente de México Felipe Calderón en el aeropuerto de Guanajuato.

26.03.2012

El papa
Benedicto XVI se despide de México el lunes luego de una visita de tres días en los que denunció la violencia ligada al narcotráfico y exhortó a la renovación de la fe para combatir problemas como la corrupción y la pobreza.

Benedicto XVI partirá en un vuelo rumbo a Santiago de Cuba después de dar un mensaje de despedida con el presidente de México Felipe Calderón en el aeropuerto de Guanajuato.

La primera visita de Benedicto XVI a un país de habla hispana en Latinoamérica en sus siete años de pontificado sorprendió y conmovió a muchos mexicanos que lo creían serio y distante.

Los gritos, cantos y serenatas que recibió el Pontífice en su visita lo llevó a decir que nunca había sido recibido con 'tal entusiasmo'.

En un acto que no era parte de la agenda oficial, un grupo de mariachi le dio una serenata al Papa en una casa de la congregación donde se hospedaba.

'México siempre estará en mi corazón', dijo tras salir y dar un mensaje para agradecer el gesto.

Benedicto XVI, de 84 años, portó un sombrero charro blanco con motivos amarillos que le regaló una integrante del mariachi.

También usó un sombrero charro en la misa del domingo en un parque al pie de un monumento a Cristo en la que pidió a 350.000 feligreses que purificaran sus corazones y que buscaran consuelo en la iglesia a las familias afectadas por la migración, la pobreza o la violencia ligada al narcotráfico.

En su primer viaje a México, el Papa también se reunió con el presidente y con víctimas de secuestros y matanzas y alentó a los niños del país a promover la paz.

El Pontífice también sostuvo una reunión con obispos del continente en la catedral de la ciudad de León en la que les instó a proteger a sus seminaristas y vigilar a sus sacerdotes para evitar 'actitudes improcedentes'.

No refirió qué actitudes, pero uno de los escándalos de abusos sexuales de sacerdotes más grandes recientemente fue el del padre Marcial Maciel, fundador de Los Legionarios de Cristo, quien abusaba de niños seminaristas.

La agenda del Papa no incluyó mención al caso de Maciel ni un encuentro con sus víctimas, como uno de ellos lo había solicitado. Sin embargo, durante los días de la visita una editorial lanzó un libro que contiene documentos sobre el presunto encubrimiento del Vaticano a los abusos sexuales cometidos por el creador de la congregación. Los autores buscaban que la Santa Sede reconociera su responsabilidad de haber protegido a Maciel por décadas.