Una mujer taiwanesa asesinó y enterró a su suegra, de 69 años y de misma nacionalidad. De inmediato se supo que esta mujer, la nuera, era la artífice material del crimen y fue detenida junto al hijo de la víctima, quien sería cómplice del hecho.
Para entender cómo fue que el hecho llegó a la policía, hay que remitirse a un actor fundamental en la historia: un fletero amigo de la asesina.
Sucede que luego de haber cometido el crimen, la imputada le escribió por WhatsApp confesando y solicitándole ayuda para deshacerse del cuerpo.
El fletero, al recibir esta terrible confesión, se comunicó con la hija de la víctima, quien estaba buscando a su madre desesperadamente hace tres días cuando fue reportada su desaparición. Entonces, fue esta hija quien se presentó en la policía e hizo la denuncia.
La conversación entre la asesina y el fletero
-'Te tengo que pedir un favor enorme, ¿te puedo llamar?¿Solo vos lees los mensajes ahora?¿Puedo confiar en vos? Te lo digo pero por favor no me juzgues', comenzó la imputada.
-'Maté a mi suegra y la enterré en el jardín, pero ahora la saqué y tengo que deshacerme del cuerpo sí o sí, sin cuerpo no hay prueba y yo no manejo'.
-'La hija de puta la puse en una valija y la sellé con la bolsa.Tuve una discusión y me sacó. Se puso dura y violenta. La ahorqué con mi bufanda'.
-'¿Me estás jodiendo? No me hagas estas bromas', responde el fletero.
-'Te estoy diciendo en serio. Te lo juro por mis hijos, por favor ayudame'.
-'No puedo ahora, tengo que llevar a mi vieja', concluyó el fletero.
Fue al finalizar la conversación que el fletero acudió a la hija de la víctima para que lo notificara a la policía.