TEXAS, ESTADOS UNIDOS.- Comprar casas deterioradas para restaurarlas y convertirlas en hermosos hogares, listos para ser habitados, se ha convertido en una oportunidad de negocio para el hondureño Marcio Castillo, quien junto a su cuñada Elizabeth Gonzáles emprenden en San Antonio, Texas.
El catracho, nacido en el departamento de La Paz, migró hace más de 20 años hacia Estados Unidos en busca de mejores opciones laborales y fue en el “house flipping” que encontró su oportunidad de crecer.
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Inicialmente, Castillo había viajado a Estados Unidos en 1990 tras obtener una beca para cursar un grado de asociado en el que se certificó como técnico en tomografía. En ese tiempo se convirtió en el primero en esa área en salir del país a certificarse, nos comenta. Él laboraba para el Hospital Militar y al concluir el curso de dos años volvió a su empleo, sin embargo quedó con el deseo de retornar a Estados Unidos, y ocho años después (1998) lo hizo.
Ya de regreso en el país del norte, el camino para certificarse como agente inmobiliario llevó su tiempo y esfuerzo, inicialmente laboró muchos años como administrador de restaurantes, pero siempre tenía el sueño de independizarse y trabajar a título propio.
Lo primero fue capacitarse en todo lo relacionado a la inmobiliaria, luego hacerse de un capital, ahí es donde decide asociarse con su cuñada, quien se dedica además a la estética y belleza. Una vez que juntaron el capital semilla inició la búsqueda de un primer proyecto.
“Pusimos los ahorros de muchos años, como todo negocio, y con miras al futuro”, expresa el compatriota.
El negocio de los hondureños se llama Lizmar Bienes Raíces y consiste en restaurar desde el diseño, estructura, los servicios básicos y la decoración interior de las casas para luego ponerlas al mercado a un precio competitivo.
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“Todo el proceso pasa por evaluaciones y certificaciones por parte de la ciudad de San Antonio, se debe seguir un protocolos de la ciudad, para poder ponerla al market”, nos explica Marcio.
Adicionalmente, el emprendimiento proporciona empleo a al menos seis compatriotas más, pues cada etapa de la obra requiere de subcontratistas ya que “la idea es ser una fuente de empleo para nuestra gente”.
Su trabajo hacia la comunidad
Como maestro de primaria, graduado en la Escuela Normal Suazo Córdoba de la ciudad de La Paz, en la zona central de Honduras, a Marcio siempre le ha gustado estar en contacto con la gente y servir a la comunidad.
En San Antonio continúa sirviendo como director del Instituto Bíblico del Ministerio Dios es Amor, en donde crea y desarrolla programas para el entrenamiento de líderes de la iglesia. “A donde el Señor nos lleve ahí tratamos de servir”, relata a De un país llamado Honduras.
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El compatriota en el ministerio junto a su esposa Rebeca y sus hijos, Denise -quien se acaba de graduar de Bióloga- y su pequeño Christopher (11).
Eso lo ha llevado a reconocer la oportunidad que representó para él estudiar el grado de asociado pues le preparó para hablar inglés con mayor facilidad, hoy -24 años después- no solo saca adelante su emprendimiento sino que además se acaba de graduar como Licenciado en Artes Teológicas en la Texas University Arts Theology.
Si se tiene el deseo, se puede lograr
Castillo recomienda a todos aquellos que sueñan con independizarse que no lo piensen tanto. “Mi mayor consejo es que tomen la decisión” pues eso los impulsará a prepararse para lograr ese sueño, considera.
“Muchas veces los hondureños tenemos conceptos mal concebidos de que no podremos lograrlo”, pero eso no tiene que ser así “si se tiene la base económica y el deseo podemos ayudarnos los unos a otros, capacitarnos es muy importante”, concluye.
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Actualmente, Lizmar Bienes Raíces realiza obras en San Antonio, Texas, pero la meta del hondureño es expandirse a otras ciudades cercanas.
