Honduras

Cortó café para poder entrar al Instituto Técnico Policial, hoy es la mejor alumna

Siempre soñó con ser policía y aun siendo madre soltera decidió emprender el duro camino que implica la preparación. En la actualidad es la estudiante más destacada del ITP

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13.08.2017

La Paz, Honduras
“Venía por Rancho Grande y miré un cartel en una pulpería que decía: Instituto Tecnológico Policial, requisitos, examen de admisión y empiezo a leer y a tomar nota; aquello me interesó”

Hoy es la estudiante más destacada de 2,405 jóvenes que aspiran a convertirse en agentes de la Policía Nacional de Honduras.

Su nombre: Vanessa Juleveth Mencía Álvarez, ostenta el rango de encargada de cuerpo, clase III. Siempre soñó ser policía.

Se graduó de secundaria de bachiller en ciencias y letras, y computación, pero al salir del colegio no encontró un empleo para su sustento, la vida no ha sido fácil para ella.

Adicional a esto se convirtió en madre, esto trajo consigo felicidad pero también una presión económica más.

“Vi el anuncio en un cartel”

Después de un corto viaje a la ciudad de Comayagua, al regresar a su casa en la aldea de Netapa, jurisdicción de Esquías, su destino daría un rumbo inesperado.

“Fue un 23 de agosto, solo pensé se me arregló el día”, recuerda Vanessa Mencía, el día en que vio el anuncio en el que se invitaba a jóvenes a ser parte del ITP.

Sin pensarlo mucho decidió llamar al ITP para consultar cuándo podía hacer el examen de admisión y qué documentos debía presentar.

El dilema llegó cuando tuvo que comentarle a su madre sobre la decisión que había tomado, ya que esto implicaba dejar a su hijo de cuatro años bajo su cuidado.

Con muchas expectativas más que temores, un día salió de su casa para someterse al examen de admisión del Instituto Tecnológico Policial.

“En octubre del año pasado me llamaron apara decirme que había aprobado y que la promoción 92 comenzaba el 13 de noviembre, empecé a gritar como loca, de tanta alegría”, relata Mencía.

“Tuve que cortar café”

Pero la ilusión de ser policía presentaba el primer sacrificio aún sin haber ingresado al ITP. Uno de los requisitos para ingresar a esta academia es llevar algunos implementos de vestir, tanto hombres como mujeres.

Para comprar esas prendas había que tener dinero, dinero que Vanessa no tenía en ese momento.

“En esos lados de donde soy originaria se trabaja con el café, en tiempos de cortas empecé a trabajar, para poder hacer el dinero que necesitaba iniciaba a cortar desde las 5:00 de la mañana hasta las 4:00 de la tarde, no quedaba de otra”, relata mientras suelta una corta sonrisa.

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Fue difícil dejar a su familia

Se llegó el día que tenía que despedirse de sus padres y de su vástago.

“Me vine de mi casa dos días antes del ingreso al ITP con el fin de poder asimilar el haber dejado mi casa y no quería llegar aquí con los ojos rojos de tanto llorar por haberlos dejado”, recuerda la aspirante a policía.

Para hacer más duro su salida de casa, el día que tenía que presentarse al ITP, ese 13 de noviembre su madre estaba cumpliendo años, también tuvo que asimilarlo.

Vanessa Mencía es la encargada de cuerpo y ostenta el rango de clase III, entre los estudiantes es el más alto rango. Asegura que la disciplina fue fundamental para convertirse en una líder .

Con su tenacidad y disciplina se ha ganado el respeto de sus superiores y compañeros de aulas y armas. Al finalizar el 2017 se habrá convertido, con mucho orgullo según ella, en la nueva integrante de las filas de la Policía Nacional de Honduras.

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El aspirante quiere emplear sus conocimientos en la Policía.

Gesem Ebed Castillo Marroquín es parte de la nueva generación de futuros miembros.

Profesionales universitarios a la Policía Nacional

Un Ingeniero en sistemas graduado de la Universidad Católica de Honduras, en el campus de Siguatepeque, también es parte de la nueva generación de futuros miembros de la Policía Nacional.

Se trata de Gesem Ebed Castillo Marroquín, de 27 años, oriundo de Lejamaní, Comayagua.
Aún teniendo un título universitario o pregrado, reconoce que desde pequeño tuvo la intención de formar parte de la Policía.

Sin importar que tenía un título universitario, Castillo Mayorquín ingresó al Instituto Tecnológico Policial.

Egresó de la universidad en el año 2014, tuvo al menos tres empleos distintos en su área pero nunca tuvo una estabilidad laboral. “Este es un sueño en proceso, aún estoy como aspirante pero espero cumplirlo al graduarme de policía” expresa.

Conocido entre sus compañeros como “el ingeniero”, se enfila a integrar la Policía Nacional a la que le gustaría dar su apoyo en la parte computacional.

Su motor principal en este reto es su hija de tres años de edad.

Katherin Vanessa Mercado Zepeda es aspirante a policía.

“Mi hija fue el motor principal para entrar al ITP”

“Mi hija fue el motor principal para asistir a este curso, soy madre soltera”, relata Katherin Vanessa Mercado Zepeda, aspirante a policía e integrante de la promoción número 94 del Instituto Tecnológico Policial (ITP).

Maestra de educación primaria de profesión, egresada de la Escuela normal Centroamérica de Comayagua, a sus 23 años asegura no arrepentirse de haber ingresado al ITP.

“Estuve casi un año trabajando haciendo una licencia en una escuela, pero después de un año regresé a mi casa y no pude volver a encontrar un trabajo”, comenta.

Al igual que muchos de los miles de estudiantes del ITP, es profesional. Se graduó de maestra de educación primaria.

“Aunque tengo a mi hija un poco aislada pero lo hago por que es un anhelo para mi graduarme de policía”, asegura Mercado Zepeda.

Katerin Vanessa es originaria de la aldea de El Roblito, Comayagua y le gustaría al salir del ITP desempañarse en la cualquier unidad de la Policía Preventiva.